Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/4984

4984 Responsabilidad en el Día del Juicio Final.... Salvador Jesucristo....

17 de octubre de 1950: Libro 56

Un día todos ustedes tendrán que responder ante mi tribunal y recordar cada hora desaprovechada, que perdieron por la eternidad. Un día todos tendrán que confesar sus pecados porque se harán evidentes y ya no se podrán ocultar, pues nada permanece oculto a Mis ojos. Y así pido cuentas de todos tus pensamientos, palabras y actos. Y ustedes deberían recordar este día del Juicio Final si creen que pueden pecar impunemente, recordar el día en que todos serán llamados a rendir cuentas por su modo de vida en la tierra. Llegará irrevocablemente, sorprendiéndolos a todos ustedes, porque aún no lo barruntan tan pronto. Pero vendrá como un ladrón en la noche, inesperada y silenciosamente, estará allí cuando nadie lo espere. Y sin embargo, no sin previo aviso, porque mucho antes de que ocurra lo estoy señalando a la gente, advirtiéndoles del día del juicio, del día del fin y de la destrucción de esta tierra. El hecho de que ustedes, los humanos, no quieran creerlo no cambia Mi plan eterno, pues este día está predeterminado según Mi voluntad y la voluntad humana no podrá posponerlo sino que tendrá que someterse a Mi voluntad. Pero el hecho de que tal día, que concluye un período inconcebiblemente largo de desarrollo, no llegue sin anunciarse a la gente, también te hará comprender que y por qué hablo repetidamente a la gente a través de servidores en la tierra y en el reino de la luz. El Día del Juicio Final es la conclusión de un período terrenal que se concedió a las personas para su redención. Durante este período de desarrollo se concedió a las personas un privilegio especial.... el propio divino redentor Jesucristo vino a la tierra para ayudar a las personas que estaban por fracasar en su curso de desarrollo. Y así la gente podría redimirse si tan sólo quisiera hacerlo. Pero si su voluntad falla entonces es su propia culpa, y una y otra vez advierto a la gente de esta culpa mientras habiten en la tierra. Su única culpa es que no quieren ser ayudados a pesar de ser ellos demasiado débiles por sí mismos. Lo que pueden hacer no lo quieren hacer, y por lo que no quieren hacer también deben responder ellos mismos. Por eso, cada uno será llamado a rendir cuentas en el último día, pues todos tenían a su disposición una medida de gracia que les habría ayudado fácilmente a ascender. Y las indicaciones del fin a través de videntes y profetas también pertenecen a estas gracias. Pero quien no los escucha, quien no los cree, no hace nada por su propia salvación. Siempre he amonestado y advertido a los pueblos a través de videntes y profetas, y el fin tantas veces anunciado de la vieja tierra hace comprensible la aparición de profetas en mi nombre, porque no dejo a los pueblos sin advertir y viven en los últimos días, porque el fin está tan cerca que todos ustedes se asustarían si supieran el día y la hora. Una y otra vez les señalo esto, sin embargo, quien no quiera creer no será obligado a hacerlo, pero ay de aquellos que escucharon Mi Palabra y no quisieron creer.... que la reconocieron como Mi Palabra y sin embargo no creen en el fin cercano y en el Juicio y por lo tanto no se preparan para el fin. Ay de ellos.... porque la hora los sorprenderá y vendrá el juicio final....

Amén

Traducido por J. Gründinger