Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/4948

4948 Dios habla a la gente... Fuerza de la Palabra divina...

10 de agosto de 1950: Libro 56

Hablad lo que os es dado en este momento, porque no sois vosotros los que habláis sino que es Mi Espíritu el que os impulsa a hablar en Mi nombre. Y todo el que sea serio y de buena voluntad reconocerá vuestra misión en vuestras palabras. El tiempo dicta que Yo hago un apariencia extraordinaria, que Mi gracia está con los que creen en Mí y Me dan su amor. Y a ellos quiero darme a conocer en la Palabra, y a ellos quiero presentarme de nuevo e instruirlos y deben reconocer la voz de su Padre, Que habla a través de un hombre a todos los hombres. No son palabras que el hombre forma lo que son a través de su intelecto, son Palabras de amor que Yo os hablo, que permitan reconocer Mi Espíritu, son Palabras que salen por sí solas de la boca de Mi hablante, que quiere servirme y deja que Mi Espíritu obre en él.

Vosotros humanos necesitaréis una prueba evidente de Mi amor, porque a menudo todavía os vencerá una debilidad en vista de las circunstancias externas en las que os encontraréis poco antes del fin. Entonces anhelaréis Mis amorosas Palabras paternales, que os dan fuerza y consuelo en cualquier necesidad. Y cuando uno de Mis rangos aparece y os habla, entonces se os permite creer que es vuestro Padre Mismo Quien lo ha elegido para ser Su herramienta, para que pueda anunciarse a vosotros. Y si entonces creéis y Me ofrecéis vuestro amor, también reconocéis Mi voz, y os hace feliz.

Y lo que escucháis son las mismas Palabras, que os hable cuando andaba en la tierra, son Palabras que deben ayudaros a la vida eterna, son Palabras de aliento y consuelo, del aliento para creer, son Palabras de promesa, son Palabras de amor, a través de las cuales quiero conquistaros para siempre. Y quien las acepte será feliz porque Mi Palabra es bendecida con Mi fuerza y os capacitará de aguantar también los tiempos más difíciles y perseverar hasta el fin, hasta que seáis redimidos de toda necesidad..._>amén

Traducido por Hans-Dieter Heise