Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/4943

4943 Revelaciones divinas obligan.... Final cercano....

29 de julio de 1950: Libro 56

Ser enseñado por Mí en la verdad es un don de gracia que también obliga. Quien es ricamente bendecido por Mí, debe dar de sus posesiones a su prójimo, de lo contrario no es digno de Mi amor y gracia. Y quien está colmado de Mi gracia está siempre dispuesto a compartirse y a hacer felices a sus semejantes, como él mismo es feliz. Quien recibe mi don de gracia también se mantiene en el amor y transmite lo que recibe. De esto se deduce que cuando Me revelo.... siendo Mis revelaciones dones extraordinarios de gracia.... también quiero que se difundan porque tienen un valor inmenso para el desarrollo del alma. Comprendan, humanos, que Mi Palabra es el medio más seguro para que alcancen ustedes su objetivo en la tierra de llegar a ser perfectos. Así, Mi Palabra no debe ser desatendida, el agua viva no debe perderse filtrándose en la arena, sino que debe creársele un cauce, debe seguir fluyendo para que muchos puedan refrescarse con el agua de la vida que fluye de la fuente de Mi amor. Cuando Me revelo a una persona significa que le doy una prueba de Mi existencia y de Mi vínculo con la persona que Me anhela en su amor, Me revelo a él, le hago tomar conciencia de Mi presencia, Me doy a conocer a él.... Pero quien me ha reconocido también da testimonio de Mí a sus semejantes, y eso es lo que pretende toda revelación: despertar o fortalecer la fe en Mí. Y puesto que lucho por las almas de todas Mis creaciones vivientes, puesto que quiero ganar a todos para la vida eterna, todas las personas también deben obtener conocimiento de Mí, deben saber que la Deidad eterna se expresa a cada persona, porque todos son hijos de Su amor eterno. Por lo tanto, toda revelación de Mi parte debe ser mencionada, y los seres humanos creerán o no en ella según su conducta en la vida, porque el ascenso del alma es una cuestión de libre albedrío.... El que recibe mucho, también debe repartir mucho. Ahora, si el receptor de Mi Palabra está destinado a una actividad de enseñanza, la medida de gracia será inagotable, pues ahora está activo como mediador entre Mí y las personas, tiene una misión que cumplir, para transmitir amplios conocimientos, cuya difusión se ha hecho ahora necesaria para reducir la gran penuria espiritual. Este conocimiento se refiere a la purificación de Mi enseñanza ya muy deformada y al mismo tiempo a la situación crítica de las personas que viven en esta tierra en los últimos días, que están en un estado lamentable debido a su falta de conocimiento, y que están en el mayor peligro de finalmente perderse por tiempos eternos debido a que están extraviadas en su pensamiento y debido a una forma de vida que contradice Mi voluntad. Mediante transmisión de la verdad y a través de amonestaciones y advertencias las personas aún dispuestas pueden ser guiadas hacia el camino correcto, y esta es la misión de aquel que es enseñado por Mí, que es el mediador entre Mí y las personas a través de la Palabra interior. Por eso, el conocimiento que recibe este mediador comprende por primera vez el Evangelio puro, la enseñanza no adulterada del amor, que Yo mismo, como el hombre Jesús, traje a los hombres de la tierra para apartarlos del camino de la ruina por el que caminaban y guiarlos al camino de la Salvación. El Evangelio será proclamado a la gente de nuevo tan puramente como una vez salió de Mí, y por lo tanto debo enviar Mi Palabra desde arriba a la gente de nuevo, deben recibirla directamente de Mí, aunque transmitida a través de la boca de un ser humano, porque la enseñanza actualmente deformada se utiliza como medio de Mi adversario y por lo tanto causa más daño que éxito espiritual para el alma. Sé lo necesario que es transmitir la verdad pura a la gente, y bendigo a todo aquel que, en los últimos días antes del fin, como mi verdadero discípulo, como apóstol de los últimos tiempos, apoya la difusión de la enseñanza pura, que quiere luchar contra el error y la mentira y se pone a mi disposición para ello. Y así, la transmisión del Evangelio puro a la tierra a través del Verbo interior es una gran revelación de Mí mismo, pues Yo mismo Soy el Verbo, y todo lo que emana de Mí debe también dar testimonio de Mí como lo que Soy. Mi Palabra es reconocible para todo aquel que quiera reconocerla.... Pero además, el final está cerca.... Y quiero anunciar esto a la gente a través de videntes y profetas. Por eso necesito de nuevo personas que, impulsadas por Mi espíritu, presenten repetidamente a sus semejantes que el último tiempo ha llegado. No hablan por sí mismos, sino que hablan en Mi nombre, como Mis mensajeros, y también esta misión es importante, pues hay que perturbar a las personas de su descanso y señalarles el futuro, que es decisivo para la eternidad de cada individuo. Mis siervos en la tierra no tendrán mucho éxito, sin embargo, deben estar incesantemente activos y no perder ninguna oportunidad de mencionar mi extraordinario trabajo, mis revelaciones. Deben aprovechar cada día como trabajadores diligentes en la viña del Señor, porque el tiempo apremia. El final está cerca, tan cerca que ustedes no pueden creerlo. Por eso, llamen a cada uno: Trabajen y hagan mientras sea de día, porque se acerca la noche en la que ya no podrán trabajar.

Amén

Traducido por J. Gründinger