Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/4921
4921 Dudas injustificadas.... Veracidad.... Siervos de Dios....
25 de junio de 1950: Libro 56
Cuando estáis instruidos desde arriba, no debéis permitir que surja ninguna duda acerca de la veracidad de lo que recibís a través de la voz del Espíritu. Esto se aplica tanto a quienes reciben la Palabra divina directamente como a aquellos a quienes se la comunican los siervos de Dios. Porque no hay que olvidar una cosa: el destinario es siempre considerado por Dios Mismo si establece conscientemente contacto con Él. Por tanto, sólo un Ser divino puede revelarse si primero se invoca a Dios para la iluminación del espíritu, para recibir Sus dones de gracia, para recibir Su Palabra....
Para que también el semejante se convence de la transmisión divina, de modo que él también pueda reconocer el conocimiento espiritual que se le comunica como Palabra de Dios, basta únicamente que tenga la misma actitud hacia Dios, la cual es siempre garantía que él también sea considerado por Dios. Un ser humano que se esfuerza seriamente hacia a Dios no recibirá ningún conocimiento falso o lo rechazará interiormente si su voluntad es buena y busca la verdad.
Ningún error puede venir a vosotros desde arriba, y ningún ser puede comunicarse con vosotros desde debajo de la misma manera, si dirigía vuestra mirada hacia arriba y queréis ser enseñados por Dios. Y por tanto, cualquier duda que se levante contra un verdadero siervo de Dios, siempre que represente el conocimiento espiritual recibido desde arriba, es injustificado. Porque entonces el espíritu del ser humano está tan iluminado que él mismo podrá hablar libremente y las hablas se mueven en la verdad; no tendrá simplemente una conversación muerta, sino que sus palabras darán vida, mientras trabaja para Dios y Su Reino.
Las dudas sólo se justifican cuando se han tocado problemas mundanos, porque entonces pueden prevalecer los propios pensamientos del ser humano y, como su voluntad es libre, no se le impone ninguna restricción en su pensamiento. Pero esta prueba la puede realizar cualquiera fácilmente por sí mismo. Lo que tiene valor para el desarrollo espiritual del ser humano es el conocimiento espiritual y garantiza la verdad más pura. Sin embargo, lo que no es relevante para el alma y su desarrollo ascendente puede ser fácilmente permeado por pensamientos mundanos y requiere cautela.
Quien es enseñado por Dios trabaja sólo para Él y Su Reino, es decir, sólo busca influir en las almas de los seres humanos y ayudarles espiritualmente; Él quiere instruirlos en el conocimiento espiritual e aclararlos acerca del Ser de Dios; rara vez toca problemas mundanos, y sólo cuando éstos están relacionados con el desarrollo espiritual; Él avanza por un camino espiritual y da la espalda al mundo.... Y sólo habla lo que recibe directamente de Dios o lo que le transmiten seres de luz que llevan dentro de sí la voluntad de Dios. Por eso, vosotros podéis creer sin dudar en aquellos que trabajan para Dios y oyen Su voz.... su conocimiento profundo os dará la prueba de que son enseñados por Dios, y donde Dios Mismo Se expresa, a las fuerzas de abajo se les niega cualquier acceso....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise