Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/4878

4878 Precursor de Jesús antes del fin

13 de abril de 1950: Libro 55

De vuestras filas saldrá uno que deberá dar testimonio de mi Venida sobre las nubes. Y cuando lo oigan, sabrán que el fin está cerca. Es uno de los hombres más puros, lleno de amor y bondad, y por lo tanto, íntimamente unido a Mí; él es para vosotros, humanos, un consolador y un amigo, un libertador de las miserias del alma. Es un espíritu luminoso y sabe sobre el juicio final y por eso avisa a la humanidad en mi Nombre y ruega por ella.

Es un luchador por Mí y por mi Reino y tiene pleno conocimiento. Por lo tanto, también sabe donde esta la Verdad pura, y por eso surgirá de entre aquellos que reciban mis enseñanzas de lo Alto. Por su conducta y por su amor hacia sus semejantes, será enseñado desde arriba. Porque finalmente debe cumplir una misión: ser mi precursor antes de mi regreso; porque el tiempo se consuma, las predicciones de los profetas se cumplen y también él tiene que aparecer. Él será quien por amor hacia Mí descienda a la Tierra desde el Reino de la Luz para anunciarme a la humanidad que se encuentra en la más gran miseria y calamidad.

Él dará testimonio de Mí, porque su voz es mi voz, y quien le escucha a Mí me escucha. Sin embargo, no permanecerá mucho tiempo entre los hombres. En verdad estará entre vosotros, pero antes de que le reconozcan, mi oponente le perseguirá e incitará a la humanidad en su contra. Predicará el Amor, pero la humanidad lo escuchará con odio. Le perseguirán y tratarán de asesinarle. Pero Yo sabré cómo protegerle hasta que llegue su hora, pues tiene que cumplir su misión. Debe prepararme el camino y ha de alentar a los Míos e instruirlos sobre el retorno del Señor, que esta cercano.

Y cuando se presente, no quedará ya mucho tiempo. Sus palabras serán acogidas con entusiasmo y despertarán del sueño a los perezosos e indecisos, porque será mi portavoz y Yo quiero hablar abiertamente una vez más a través suya. Y de nuevo será la voz que clama en el desierto, aquél que regresa solo. Porque al final Yo necesito una gran Fuerza, una Fuerza que venga de lo Alto para ayudaros a vosotros los hombres. Pero el mundo le odiará y utilizará todos los medios para inutilizarle, pese a que se limitará a predicar y hacer el bien.

El mundo está sumido en la oscuridad y todas las luces se han apagado. Pero una luz brillante empezará a iluminar la Tierra. Y todos los portadores de Luz buscarán aceite para que también sus luces brillen otra vez con mayor intensidad, pues la gente mundana intentará extinguirlas. Y todos los que hayan permanecido en la fe correcta le reconocerán como el precursor de mi segunda Venida y sabrán que ha llegado el tiempo en el cual Yo debo ser esperado, y conmigo el juicio final. Y ellos guardarán sus palabras en sus corazones, porque sentirán que soy Yo quien habla y me anuncio a Mí mismo a través de él, de mi mensajero, designado desde la Eternidad.

Pero le resultará muy difícil mantener su posición debido a aquellos que adoran al mundo y no desean escuchar sus avisos y exhortaciones. No cesarán en su empeño de matarle pese a sus esfuerzos por ayudar a todos los hombres, muchos de los cuales querrán aceptar su ayuda, aunque otros desearán impedirle cumplir su misión. Pero Yo no le llevaré a mi Reino hasta que haya preparado el camino para Mí, hasta que haya pregonado Mi venida a todos los que deseen verme y cuya fe él haya fortalecido, porque él sólo pronunciará lo que haya recibido de Mí a través de la palabra interior, a través del Espíritu que actúa extraordinariamente en él.

Amén.

Traducido por Meinhard Füssel