Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/4836

4836 Muerte espiritual.... Nuevo destierro en la materia....

12 de febrero de 1950: Libro 55

Realmente es mejor para vosotros soportar la muerte corporal que sucumbir a la muerte espiritual al final, de la cual solo habrá un despertar después de un tiempo infinitamente largo. Podéis cambiar la vida física por una vida en el reino espiritual, e incluso, aún no habéis alcanzado el grado de luz, todavía tenéis la oportunidad de entrar al reino de la luz desde las tinieblas, mientras que la muerte espiritual significa que se os ha quitado la posibilidad de poder madurar en otro mundo. Sucumbir a la muerte espiritual significa un nuevo destierra en la materia sólida, un regreso al estado que fue vuestra suerte hace eternidades que habíais superado hace mucho tiempo cuando se os permitió encarnaros como seres humanos en la tierra.

Dejad que os quiten vuestra vida terrenal y no os temáis porque sólo el cuerpo es lo que vuestros enemigos pueden matar, pero el alma sigue viva porque es algo espiritual que los hombres no pueden matar, especialmente, cuando los hombres tratan de quitaros la vida porque sois creyentes y no queréis renunciar a vuestra fe. Entonces todo temor debería alejarse de vosotros, entonces solo debéis considerar que Aquel. Que os dio la vida es Señor sobre la vida y la muerte.... así que Él no permite que os suceda nada más que lo que es bueno para vuestra alma.

Cualquiera que pierda su vida por causa de la fe puede entregarla tranquilamente, porque su alma será llevada al reino de la luz, donde vivirá para siempre en felicidad. Pero ¡ay de aquellos que tratan de salvar sus vidas y niegan a Dios.... Todavía se les concede un breve tiempo, donde pueden rendir homenaje al mundo y prueban su lealtad a Satanás. Pero entonces la muerte los alcanza irremediablemente de dos maneras.... pierden la vida corporal y han caído víctimas de la muerte espiritual, que es el destino más amargo que vosotros, los humanos, no podéis imaginar....

Pero constantemente os llegan advertencias y amonestaciones, se os hace consciente del fin, se os hace consciente de la obra de Dios de una manera inusual. Se os indica de la responsabilidad que lleváis por vuestra alma, estáis desconcertados por los acontecimientos del mundo al ver la ruina de los bienes terrenales, es decir, la fugacidad de la materia, y al final todavía experimentaréis cosas que Dios en Su gran amor y misericordia os dará ante vuestros ojos, para que aún podáis cambiar en la última hora.... Pero el fin llegará irrevocablemente y con este el cumplimiento de lo que os es anunciado una y otra vez. Cuidad que vuestras almas vivan, no las dejéis caer en la muerte espiritual de la que no hay rescate por un tiempo infinitamente largo... amén

Traducido por Hans-Dieter Heise