Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/4817

4817 Desfiguración de la Enseñanza pura de Cristo.... Libre albedrío....

15 de enero de 1950: Libro 55

Lo que Yo os he dicho a vosotros en la Tierra debe ser conservado con toda pureza. Esta fue Mi voluntad, y por eso os di al mismo tiempo la promesa de que permanecería con vosotros en Espíritu y así velaría por lo que se proclama como Mi Palabra en la Tierra. Pero esta promesa era sólo para aquellos cuya voluntad estaba completamente vuelto hacia Mí; Fue para aquellos que Me anhelaban en sus corazones y veían en Mí al Padre de la eternidad.

Pero Yo nunca pude ni quise atar la voluntad de los seres humanos, y por eso tampoco fue posible impedir que la voluntad de los humanos distorsionara Mi Enseñanza pura, añadiera u omitiera lo que era correcto para estas personas, y con ello Mi Palabra perdiera su pureza, se mezclara con trabajo humano adicional y, por lo tanto, también perdiera el poder y el efecto que originalmente se aferraban a Mi Palabra y mientras la Enseñanza fuera divina, es decir, libre de trabajo humano. Yo no hago que la voluntad humana sea no-libre. Pero es comprensible que esta voluntad sea influenciada por Mi adversario tan pronto como una persona se hace obediente de él a través de sus pensamientos, voluntades y acciones.

Es comprensible que de la boca de una persona malvada no pueda fluir ninguna verdad, así como su pensamiento debe ser opuesto a la verdad si está más en armonía con Mi adversario que Conmigo. El poder de Mi adversario es grande, pero no tan grande como para que los seres humanos tengan que sucumbir ante él.... Sólo su voluntad determina su influencia sobre el alma humana. Y por eso la verdad pura pronto se volvió ilusoria cuando las personas no Me permitieron estar presente a través de su voluntad, su amor y su estilo de vida.

Pero Yo permanezco con vosotros en Espíritu.... Yo estuve y estoy siempre presente dondequiera que se abre la puerta del corazón y se prepara una morada para Mí.... Y allí siempre hablaré Palabras de amor y de verdad, y quien Me escuche de esta manera en su corazón, quien Me permita hablarle a través del Espíritu, siempre estará en la verdad pura y no tendrá que tener miedo de recibir la falsedad. Y así hay una constante purificación de la doctrina que se proclama en la Tierra como Enseñanza de Cristo y que ya no corresponde a la verdad pura, que ya no es lo que era en el tiempo de Mí caminar terrenal.

“El Cielo y la Tierra pasarán, pero Mi Palabra permanecerá para siempre”.... Sin embargo, sólo la Palabra pura de Mí perdura; una palabra alterada por el ser humano se desintegra, aunque tenga una larga existencia por la voluntad humana, pero nunca podrá resistir a la verdad cuando empiece a brillar con la luz más brillante. Porque la verdad pura es como una espada afilada que vence todo lo que no se somete a ella. La verdad prevalecerá porque es de Mí, Que soy la Verdad Eterna misma....

amen

Traducido por Hans-Dieter Heise