Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/4710
4710 Intercambio espiritual de ideas....
10 de agosto de 1949: Libro 54
En el intercambio con seres humanos ajustados a la mentalidad espiritual podéis ganar muchísimo, siempre y cuando deseéis la verdad, porque entonces vuestros pensamientos serán influenciados por seres espirituales conocedores que intervendrán en vuestra conversación y os influenciarán de una manera promoviendo vuestra cognición. Entonces consideraréis vuestra actividad de pensamiento es obtenida a través de la actividad mental, mientras que en realidad es una transmisión del reino espiritual, ondas de pensamiento que habéis absorbido y que ahora penetran en vuestra conciencia y son retenidas.
Un intercambio espiritual de ideas siempre coincidirá si ambos socios están en el mismo nivel de esfuerzo espiritual y grado de madurez, o será un cuestionamiento y enseñar si el grado de madurez es diferente. Pero tales conversaciones son siempre una bendición, tanto para el que sabe como para el que no sabe, porque siempre traen consigo nuevos conocimientos, precisamente a través de la participación de aquellos seres de luz que también suelen haber iniciado tales conversaciones, pues reúnen a sus encargados en la Tierra las almas confiadas a su cuidado, para que tales conversaciones puedan tener lugar y ser influenciadas por ellos.
Sin embargo, si los debatientes son oponentes, a menudo surgen disputas, cuya solución también es obra de los seres de luz, lo que a veces puede llevar a la derrota del oponente. Además el pensamiento de los seres humanos será estimulado a través de debates de naturaleza espiritual, y esto es del mayor beneficio para el alma, que ahora toma su propia posición mental acerca de cada cuestión espiritual y sólo entonces puede y quiere debatir con el máximo interés. Pero quien evita toda conversación espiritual también impide a los seres de luz su labor de cuidado; permanece inaccesible a toda instrucción y nunca aumentará en conocimiento porque el mismo no se expresa y por lo tanto tampoco puede aceptar ni entregar lo que es correcto y lo que es incorrecto....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise