Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/4694

4694 La expresión del espíritu depende de la madurez y la capacidad receptiva del alma....

20 de julio de 1949: Libro 54

Se requiere una cierta madurez del alma para poder escuchar Mi voz, porque el espíritu en el ser humano se expresa a través del alma, es decir, se da a conocer al alma, y por eso el alma tiene que estar preparado de tal manera que sea capaz de recepción para cualquier expresión del espíritu. Porque el ser humano no oye con sus oídos físicos, sino que es el alma la que recibe la expresión del espíritu y la transmite al hombre físico, al entendimiento. Por lo tanto el alma debe estar dirigida al espíritu dentro de ella misma; Pues un alma más dirigida hacia el cuerpo dirige su oído al mundo y, por lo tanto, no escucha la voz fina del espíritu. Por lo tanto, el ser humano debe primero separarse del mundo, de las cosas terrenales, antes de ser capaz de recibir los mensajes espirituales que le transmite el espíritu.

Entonces el ser humano ha logrado una cierta madurez del alma, porque la chispa espiritual en el ser humano ya ha ejercido su influencia sobre el alma humana, estimulando el pensar, el sentir y la voluntad de actuar en amor. Si se ha logrado este grado de madurez, que es un requisito previo para recibir Mi Palabra, entonces cualquier pregunta puede ser dirigida a Mí y Yo la responderé de una manera comprensible para todos. El receptor de las revelaciones, por tanto, no necesita temer que él mismo estará mentalmente activo y apuntando sus propios pensamientos como Mi Palabra. Probablemente el ser humano está mentalmente activo, pero sólo en la forma en que procesa los pensamientos que Yo quiero y que se les dejo transmitir a través de Mis seres de luz.

Mientras dura la recepción de Mi Palabra el receptor es incapaz de una actividad de pensamiento dirigida en contra de Mi dirección; más bien, , esta actividad de pensamiento es ahora una irradiación del reino espiritual, que ahora toca al receptor con Mi voluntad y es transmitida al alma por su espíritu. Por eso, el hombre también puede representar con confianza el conocimiento que ha recibido de esta manera, pues es el conocimiento espiritual más puro de los cielos, es Mi voz, la cual, sin embargo, sólo puede ser escuchada por el ser humano que permite que el espíritu se exprese.

Sin embargo, siempre le daré a un hijo terrenal que se entrega a Mí el conocimiento que desea, y ahora él podrá aprovechar esta seguridad discutiendo Conmigo en el pensamiento lo que no le resulta claro y pidiendo aclaración al respecto. Entonces le quedará claro en detalle, porque Yo quiero comunicarme continuamente con aquellos que Me permiten hablarles.... amén

Traducido por Hans-Dieter Heise