Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/4573

4573 El destino corresponde a la voluntad del hombre....

26 de febrero de 1949: Libro 53

Esto os digo, que vuestro destino bien se desarrolla correspondiendo a Mi voluntad, sin embargo se adapta a la vuestra, que así en cierta medida vuestra voluntad determina el curso de todos los acontecimientos porque requiere las oportunidades necesarias de promoción para poder subordinarse de una manera lo más pronto posible al Mío. Una voluntad completamente entregada a Mí también asegura al hombre la madurez del alma, y puede entrar en el más allá como ser de luz cuando haya llegado su última hora. Pero mientras él todavía sigue resistiéndome, tendrá que probarse a sí mismo, y siempre y constantemente encontrar resistencias en la existencia terrenal, si no es completamente adicto a Mi oponente, quien le brindará ayuda en todos los sentidos durante el tiempo terrenal. Pero éste no debería disfrutar de su fácil vida terrenal, porque tiene que expiar mil veces después de la muerte.

Y así la persona que tiene un destino difícil puede sentirse amada y cuidada por Mí; solo necesita confiar en Mí ayuda y Mi fuerza y se rinde para asumir su destino, y su alma sacará un beneficio de ello, que solo reconocerá en su alcance en el reino espiritual. Dondequiera que haya sufrimiento y preocupación, allí estoy Yo Mismo obrando en la transformación de la voluntad del individuo, allí mi presencia, Mi guía y Mi trabajo son visiblemente reconocibles. Y es por eso que el gran sufrimiento que está afectando a la tierra no debe ser considerado como una señal de haber sido abandonado por Mí, sino como una señal de Mi amor y cuidado eternos por vosotros, y no Me aparto de vosotros, aunque vosotros mismos os alejáis de Mí, estoy constantemente tratando de recuperaros, y es por eso que os dejo pasar por necesidad y miseria, porque vosotros mismos Me determináis para esto a través de vuestra voluntad equivocada, si quiero ayudaros a ser salvos.

El destino del individuo corresponde a su voluntad, de la cual sé desde la eternidad, y el grado de sufrimiento que tenéis que soportar, corresponde a la madurez del alma, de la cual también sé y que trato de aumentarla constantemente. Podéis separaros del mundo terrenal en diferentes intensidades de luz; esta nunca es limitada. Pero conozco vuestra voluntad, y donde existe una posibilidad de alcanzar un alto grado de madurez del alma, uso todos los medios, y los golpes del destino, la resistencia en la vida y el sufrimiento y la tribulación deben ser vistos como tales, que pueden ser de una bendición inconmensurable para vosotros, si os subordináis completamente, si subordináis vuestra voluntad a la Mía, si aceptáis devotamente todo lo que os ha sido concedido. Porque os amo, que sois Mis criaturas y quiero conquistaros para Mí, para la eternidad....

Amén

Traducido por Hans-Dieter Heise