Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/4465

4465 Cena del Señor....

19 de octubre de 1948: Libro 52

Y vosotros debéis ser mis invitados, a quienes Yo invito a la Cena del Señor. Quiero alimentaros y daros de beber con alimentos deliciosos para el alma, quiero espiritualizar vuestro cuerpo para que sus sustancias también puedan participar, cuando el alma se refresca, para que madure más rápidamente, porque esto es posible en los seres humanos que conscientemente se esfuerzan hacia Mí y desean escuchar Mi Palabra. Sed Mis invitados y venid a Mí con alegría para tomar la comunión en Mi mesa.... Y Yo os prepararé una comida con alimentos celestiales, can maná delicioso, que os dará fuerza y que será alimento espiritual para vuestra alma. Yo no os niego nada de lo que deseáis, siempre estoy listo para vosotros y pongo comida deliciosa en la mesa porque os amo y como Mis invitados quiero haceros todo lo que os haga felices.

Pero debéis venir con alegría y anhelarme, debéis aceptar la invitación de corazón agradecido y prepararos para una recepción digna.... debéis adornaros para honrarme como anfitrión, no debéis quedaros parados fuera, sino entrar en Mi casa y así confesar que sois invitados que tienen derecho a comer en la mesa del Señor que le pertenecen a Él, que son Sus amigos, y a quienes por tanto Él considera, como un buen anfitrión sirve a sus amigos y les ofrece amorosamente los dones más precios cuando ellos quieren recibirlos.

(20.10.1948) Quien se sacia en Mi mesa, nunca más tendrá hambre ni sed y, sin embargo, siempre volverá a Mi lleno de anhelo, añorando Mi presencia y aceptando de Mi mano lo que Mi amor le ofrece. Porque continuamente se deleitará al respecto, estará constantemente feliz por el sentimiento de un deseo cumplido y Me deseará continuamente. Y así continuamente Mi Palabra fluirá hacia él, el Pan den Cielo, que le asegura la vida eterna.

Venid todos a la mesa del Señor, donde hay preparadas comidas deliciosas, celebrad la Cena del Señor Conmigo, dejad que se os ofrezca carne y sangre, disfrutadla, para que os llenéis con fuerza.... Acoged Mi Palabra y escuchadme cuando os hablo, reconocedme como Dios y Padre más amable desde la eternidad, como vuestro amigo y hermano, y aceptad de Mi mano lo que Mi amor sobremanera grande os ofrece.... Venid todos a Mi mesa, para que Yo pueda proveeros del alimento que necesitáis para vuestra alma, para que Yo pueda alimentar y dar agua a todo aquel que siente hambre y sed de Mi Palabra, de Mi carne y de Mi sangre....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise