Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3935

3935 No es posible la separación de Dios, solo disminución de fuerza y luz....

13 de diciembre de 1946: Libro 49

Todas Mis criaturas son productos de Mi amor y, por lo tanto, nunca pueden ser abandonadas por Mí, porque lo que ha surgido de Mi poder de amor también es inseparable de Mí e imperecedero, por lo tanto, debo permanecer conectado con ello hasta toda la eternidad. Pero como lo creado de Mí está dotado con el libre albedrío, puede determinar la intimidad del vínculo Conmigo ello mismo, es decir, puede apartarse de Mí, aunque esto no significa una separación de Mí, solo una fuerza reducida y una luz disminuida.

Yo Mismo nunca jamás abandono a Mis criaturas, pero si se alejan de Mí por libre albedrío, ellas mismas se privan de la fuerza y de la luz al escapar de Mi irradiación de la fuerza del amor al colocarse fuera del circuito del amor y, por lo tanto, no son tocadas poco o nada de Mi irradiación de poder. A pesar de todo no pierden Mi amor, porque este es para todas Mis criaturas por toda la eternidad, y Mi preocupación constante es traer de vuelta a las criaturas que se han alejado de Mí, porque estas se encuentran en un estado desafortunado, siempre que estén sin fuerza y luz.

Mi preocupación es constantemente por los seres que ahora están sin conocimiento y que por eso usan mal su voluntad, y mi objetivo consiste en cambiar esta voluntad, que se dirija nuevamente hacia Mí, que desea fuerza y luz y se activa para llegar a estar en posesión de luz y fuerza de Mí. y entonces Mi obra ininterrumpida en el universo y en el reino espiritual es una obra de amor ininterrumpida en lo espiritual creado, para que se salve. El amor es todo Mi ser y, por lo tanto, el amor también es la base de todo lo que Mi sabiduría y Mi voluntad llevan a cabo a través de Mi poder.

El amor también es la razón de la gran miseria en la tierra en el último tiempo antes del fin, porque esto también es un medio para la recuperación de lo espiritual que se ha apartado de Mí, que no quiero entregar a la rutina eterna, es decir, hundirse de nuevo en un estado para tiempos eternos, donde tiene que sufrir indeciblemente en la voluntad atada. Mi amor por Mis criaturas es ilimitado, pero Mis criaturas mismas no lo conocen, no saben de la profundidad de Mi amor, de lo contraria se entregarían incondicionalmente a Mí y en poco tiempo alcanzarían un alto grado de dicha.

Pero así muchas veces Me ponen resistencia durante tiempos interminables, no se dejan atraer por Mi amor, sino que huyen de su calor y por eso se enfrían por su propia culpa. Porque la ignorancia y la impotencia son el resultado de la resistencia contra Mí y de su apostasía de Mí. Pero mientras Mis criaturas no estén unidas a Mí, cortejo por su amor y no las abandono.... hasta que la última de Mis criaturas Me haya vuelto a encontrar, hasta que todo esté en el circuito de Mí amor y ya no sabrá separarse de Mí por toda la eternidad....

Amén

Traducido por Hans-Dieter Heise