Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3438

3438 La voz severa de Dios - La fase final

16 de febrero de 1945: Libro 44

La Magnificencia y Omnipotencia de Dios se manifestará en un tiempo en que los hombres habrán perdido toda esperanza y se encuentren totalmente decaídos. Dios querrá mostrarse a todos aquellos que creen en Él aunque sean demasiado débiles para defender su fe ante el mundo.

Por eso Dios se manifestará con voz poderosa y perceptible, porque querrá manifestarse a los suyos que, llenos de confianza, aguardarán su ayuda. También querrá sacudir y despertar a los incrédulos, regalándoles Luz en la oscuridad de su espíritu.... Su voz es poderosa y no puede ser pasada por alto, porque Él habla inconfundiblemente a los hombres a través de las fuerzas de la naturaleza.

Al comienzo Él deja a los hombres su libre albedrío, y permite que luchen entre sí y se vuelvan unos verdaderos diablos. No obstante, en cuanto tras sus obras ellos mismos se hayan declarado secuaces de Satanás, Él pondrá fin a sus actividades nefastas. De modo que la voluntad de los hombres mismos determinará el momento de la intervención de Dios que pondrá fin a la penuria de los suyos.

Todo el mundo observará tal suceso y, lleno de horror, estará a la espera de sus consecuencias.... Pero Dios desechará un plan para ejecutar otro diferente, porque de esta manera va a manifestar su Omnipotencia y Justicia a los hombres que creen en Él.

Aun así los sufrimientos y las calamidades no terminarán, sólo que los fieles serán fortalecidos gracias a la intervención divina y se entregarán totalmente confiados a Dios, es decir, aceptarán su destino con la esperanza de que Dios les dará la fuerza para soportar todo lo que les sobrevendrá.

Así los acontecimientos del mundo tomarán otro rumbo, y otra solución totalmente diferente sorprenderá a los hombres que sobrevivan.... Los desesperados volverán a tener nuevas esperanzas y los cansados nuevas fuerzas, y entrarán en actividad. Según sus deseos cada hombre recibirá fuerza física y espiritual, y conforme a ello será también su ascenso.

Tanto el cuerpo como el alma buscarán sus ventajas, y bienaventurado será aquel que aproveche este tiempo para la salvación de su alma.

Pues queda muy poco tiempo hasta el final. Por eso, todos aquellos que todavía se encuentren en un estado bajo que pudiera poner su alma en peligro, deben aprovechar de forma diligente el tiempo que les queda. Pero también los creyentes han de solicitar mucha fuerza para poder aprobar su última prueba en la vida terrenal, firmemente resistiendo y esperando el final.... Pues la separación de los espíritus requiere una nueva lucha exclusivamente por bienes espirituales: se trata de una lucha contra la fe en Jesucristo, el Redentor del mundo, y la última fase de este período de redención será iniciada por la intervención de Dios....

Él se manifestará a los hombres con voz poderosa.... y bienaventurado será aquel que le escuche, le comprenda y le haga caso de todo corazón. Bienaventurado será también aquel que observe los acontecimientos en el mundo procurando explicárselos de forma espiritual, porque así comprenderá la voz divina y se acordará de su alma antes del final.

Amén.

Traducido por Meinhard Füssel