Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3375

3375 Expiación de Jesucristo....

22 de diciembre de 1944: Libro 44

Fue un acto sobrehumano que el hombre Jesús realizó por sus semejantes pecadores que se dejó clavar en la cruz sin ser culpable. A través de Su perfección tuvo el poder y la fuerza a Su disposición para destruir a Sus enemigos y evitar la vergonzosa y dolorosa muerte en la cruz de sí misma. Podía demostrar Su inocencia en cualquier momento y, sin embargo, dejó lo que Le sucediera lo que Le hacían los semejantes pecadores. Se dejó apresar y conducir a la muerte, para escarnio y mofa del pueblo.

Sufrió indeciblemente y murió la muerte más agonizante.... y eso por amor a la humanidad para redimirla.... Soportó sufrimientos inhumanos para ofrecer a Dios una expiación por la culpa excesiva del pecado que los hombres mismos habían cargado sobre ellos mismos. Porque Jesús sabía de las terribles consecuencias que conllevan estos pecados; sabía que los hombres perdían la felicidad eterna, que no se liberarían nunca de su estado desterrado y que tendrían que languidecer por eternidades cuando entrarían al reino del otro lado sin ser redimidos después de su muerte física....

Estaba unido a Dios a través del amor, Su espíritu estaba unido al Espíritu del Padre.... Y por lo tanto también era sabio y poderoso.... Y reconoció las tinieblas en las que caminaba la humanidad, reconoció la debilidad y la impotencia, aunque los hombres se creían fuertes y llenos de superioridad. Vio la necesidad espiritual, vio sus almas bajo el poder de Satanás y quiso traerles ayuda.... luz y fuerza y una voluntad fuerte....

La humanidad misma no era digna de eso, y dios no podía obsequiarla con un don que requiere pureza de corazón y amor profundo. Porque Dios es justo, y Él distribuye Su don según el mérito y la dignidad. Y así ella nunca podría llegar a poseer este don de la gracia.... Luz y fuerza y una voluntad fuerte.... si un hombre lleno de amor no hubiera tenido piedad de ella, Quien Se ofreció a Sí Mismo a Dios a través de Su sacrificio en lugar de aquellos a quienes quiso redimir de su necesidad espiritual.

Y este hombre era Jesucristo, un purísimo ser de luz, Que Se encarnó como hombre para sufrir y morir por los pecados de los hombres. Su pureza aumento Su grado de sufrimiento, pero Su amor por los hombres fue muy grande, y por eso realizó la Obra de Redención por Su propia voluntad, porque quiso sufrir por los hombres para evitarles el sufrimiento y comprarles la felicidad eterna, que habían perdido por el pecado....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise