Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3165

3165 Sin amor no hay Salvación... Fuerza vital...

21 de junio de 1944: Libro 41

La Salvación sólo es posible en el camino del amor. Esta ley se aplica tanto en la tierra como en el más allá y, por lo tanto, tiene que ser cumplida por todos los seres, de lo contrario, permanecerían atados para siempre. La señal de la Salvación es luz y poder. En cuanto el ser anda todavía en falta de luz y poder, no está redimido, no ha recuperado aún su libertad original y por lo tanto tampoco la capacidad de con pleno conocimiento. Para el ser que originalmente estaba en toda perfección, el estado deficiente significa también un estado de miseria y tormento, que él mismo ha causado por su voluntad, por su falta de amor. Y sólo a través del amor puede volver a llegar a ser lo que era desde el principio.

Por lo tanto, el amor nunca podrá ser excluido y debe ser el principio básico, por así decirlo, sin el cual no hay desarrollo superior. Pero si se ignora el amor, el curso de desarrollo debe ser inhibido inevitablemente, porque entones una afluencia de poder y luz es imposible, y cuando esta falta, la consecuencia es un estado caótico. Porque todo se confunde en la oscuridad y la impotencia hace al ser incapaz de liberarse del estado de imperfección. Luz y poder, es decir, conocimiento y poder... son los signos de la Salvación. Un ser no redimido, por lo tanto, no puede repartir nada porque él mismo no tiene nada; Así que tampoco puede estar activo en el amor en el más allá , y este estado es extremadamente doloroso.

En la tierra, sin embargo, el poder está disponible para el ser incluso en el estado no redimido, un poder, que no es un signo de ser redimido, sino que se le concede como gracia extraordinaria para poder redimirse. Es la fuerza vital que fluye hacia él la cual le capacita de obrar en amor para poder llegar a la posesión de luz y fuerza espiritual. Por eso la vida en la tierra es un acto especial de gracia, porque dios transmite algo al ser a lo que en realidad no tiene derecho en su voluntad de rechazar a Dios... Le transmite la fuerza para obrar, aunque recibir fuerza es solo una parte de lo que ha sido redimido. Este acto de gracia es extremadamente significativo y, sin embargo, permanece sin ser reconocido ni utilizado...

Lo que se ha debilitado por la apostasía de Dios recibe fuerza para redimirse a sí mismo, la cual sólo necesita usar adecuadamente para poder volver al estado original de libertad, conocimiento y poder. Dios le dio al ser una vida que no merecía, le da poder y le da constantemente oportunidades para ser activo en el amor, es decir, para usar la fuerza vital que fluye hacia él para obrar en el amor y así redimirse. Pero el ser no hace uso de este don extraordinario de la gracia, sigue viviendo en el desamor e ignora su tarea de vida, que le debe traer luz y fuerza en el más allá.

Pero allí esta privado de toda fuente de alimentación mientras no sienta amor dentro de sí mismo. Y es por eso que el curso de desarrollo en el más allá solo puede continuarse en condiciones muy difíciles si no es completamente interrumpido por la voluntad del ser mismo o sigue continuando hacia abajo. Porque ahora puede ocurrir un desarrollo inverso cuando el ser está completamente sin luz y sin fuerza y por su falta de amor se aleja más y más de Dios.

Sin amor no hay Redención, pero el amor debe desarrollarse libremente en el ser, y Dios le da todas las oportunidades imaginables para ello. Y si el proceso de conversión al amor dura eternidades, no se puede evitar, porque un desarrollo superior significa un ajuste a la Deidad eterna, Que es el puro amor Mismo, y por eso el amor en el ser tiene que ser desarrollado, si debe volver a convertirse en lo que era una vez... un ser libre, lleno de luz y fuerza al que se le permite permanecer cerca de Dios...

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise