Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3156

3156 Obra de amor.... Deber.... Máscara de luz....

12 de junio de 1944: Libro 41

La sabiduría y el amor son divinos y, por lo tanto, nunca se encontrarán donde esté obrando el oponente de Dios. Sin embargo, también querrá envolverse en el manto de la sabiduría y del amor, y las personas ciegas de espíritu no reconocerán que es sólo una ilusión que esconde el verdadero rostro de quien trabaja para destruir a las personas en el mundo. Pero la persona cuya mente está iluminada reconocerá sus intrigas, y su tarea ahora consiste en exponer al oponente de Dios, exponer lo que es contrario a Dios y aclarar a la gente acerca de lo insidioso de sus acciones. El amor será fingido donde la verdadera esencia es el desamor, y el que carece de conocimiento se comportará sabiamente.... Y esta es la obra del poder oscuro que ahuyenta toda claridad y quiere sumergir a los hombres en las tinieblas....

El trabajo de amor debe ser desinteresado, debe ser un sacrificio, pero debe realizarse desde el impulso interior sin ninguna compulsión externa, porque sólo así se puede valorar como obra de amor, mientras que en caso contrario sólo son deberes impuestos, que probablemente son reconocidos terrenalmente; pero ante Dios sólo tiene valor lo que realiza el libre albedrío del hombre. Porque sólo el amor redime.... Y de este amor también nacerá la sabiduría, que, sin embargo, nunca podrá existir allí donde el amor es sustituido por el deber. Por lo tanto, la realización de un acto debe revelar inevitablemente el amor del corazón, si se quiere que el conocimiento de una persona sea reconocido como conocimiento correspondiente a la verdad, como sabiduría divina. Donde una cosa no está, la otra tampoco puede estar.

Y, por tanto, es necesario examinar seriamente qué conocimiento se imparte se imparte a las personas, porque quien se opone a Dios, quiere llevar a la humanidad a pensamientos erróneos y llevarla al desamor, recurrirá a tales medios que dejan brillar una luz falsa que finge lo divino, y que al hacerlo causa el mayor daño psicológico a las personas. Y éstas no lo reconocen, aceptan lo que les ofrece sin pensar, y el oponente utiliza a las personas que están subordinadas a él para que influyan en las personas de la misma manera que él mismo influye en ellas.... para que ellas nuevamente bajo la apariencia del amor y la sabiduría hacen y enseñan lo contrario.... Que manejan las obras de amor obligatoriamente y difunden el error entre la gente....

Sigue habiendo una batalla constante entre la luz y las tinieblas, y quien esté en la luz debe luchar contra las tinieblas; Quien esté en la luz debe dejar que la luz brille y corregir donde se enseñan falsas enseñanzas. Quien está en la luz no debe tener miedo de oponerse abiertamente a las acciones bajo las mascará de la luz y la piedad, debe exigir una auténtica obra de amor y mostrar a la gente la inutilidad de las obras de amor realizadas bajo coacción, debe transmitir la sabiduría que ha recibido de Dios, por la iluminación de su espíritu como resultado de un trabajo desinteresado de amor.

Porque el amor y la sabiduría siempre deben llevar a Dios, pero si las personas no está conectadas con Dios, entonces ni el amor ni la sabiduría son parte de ellas, por lo que sólo aparece ante el mundo, entonces es sólo la máscara de quien está en contra de Dios y que busca difundir el desamor y la mentira entre la gente. Y declarad la guerra abierta a éstos, porque estaréis seguros del apoyo de Dios, Cuya misión ahora estáis cumpliendo si enseñáis el amor divino, del que sólo surge la sabiduría....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise