Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/3140

3140 Sabiduría es el saber espiritual

30 de mayo de 1944: Libro 41

Sabiduría es saber espiritual que corresponde totalmente a la Verdad. La sabiduría es un saber que en su completa profundidad, hace a los hombres indeciblemente felices; ella es un saber que nunca jamás puede ser refutado, pues ningún saber contrario resiste a la Verdad. Y por eso tiene que ser la sabiduría de origen divino, porque sólo de Dios únicamente puede partir algo que es prefecto y por tanto no puede ser criticado. Dios solo puede partecipar un saber, que tiene este derecho de la perfección, porque Su Ser Mismo es Sabiduría.

Mas el saber humano siempre será un objeto de disputa y seguirá siendo, pues nunca será inviolable, sino que se cambia, como los hombres se cambian, que han adquirido ese saber intelectualmente. El hombre se cree sabio tan pronto como ha cuncluído sus investigaciones en un ámbito; mas si es, pues, el justo saber que corresponde a la Verdad, eso no está demostrado. Por parte del punto de vista terrenal se puede exigir y ser producida la demostración, entonces no es sin fundamento, y el hombre cree, pues, con razón también, de ser sabio. El saber terrenal puede ser adquirido a través de la investigación, mas el saber espiritual es transmitida por el Espíritu de Dios a los hombres, por una Fuerza sabia que no puede errar y tampoco y transmitir jamás ideologías erróneas. Por eso es la Sabiduría, que es por Dios proporcionada en la Verdad en su forma más pura.

El que ha recibido la Sabiduría de Dios, a ese el saber terrenal no le seduce más, pues, la Sabiduría de Dios aumenta constantemente el ansia de ella, y es ahora ella para el hombre el bien más delicioso que ya no quiere más abandonar, ni quiere sustituir por el saber terrenal. Pues el hombre sabio sabe que el saber terrenal no tiene ningún valor eterno, ni es tampoco irrefutable; él sabe que el éxito del saber terrenal es tan sólo bienee terrenos, honra y fama, mientras que la Sabiduría divina le posibilita al hombre la última meta: ser perfecto en la tierra y de entrar en el Reino espiritual como ser de luz. Pues la Sabiduría divina lleva en sí fuerza, ella ilumina al hombre y la capacita para un trabajo en la tierra, que él ejecuta en el servicio del Señor; ella lo capacita a que distribuya de nuevo un saber espiritual y llevar a innumerables almas al conocimiento e indicarles el camino a Dios. La Sabiduría parte de Dios e indica el camino a Dios. La Sabiduría parte de Dios y guía a todos los seres de nuevo a Él, a quien es Él Mismo la Sabiduría.

Amén

Traducido por Pilar Coors