Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/2924

2924 La Palabra viva... Fuente de alimentación...

14 de octubre de 1943: Libro 37

Esta es la palabra viva, que hace que el hombre se vuelva activo, que lo impulsa a cumplir la voluntad de Dios, que lo hace buscar constantemente la conexión con Dios, que impulsa su voluntad y su corazón a la actividad amorosa y que jamás pude ser reemplazada por palabras que suenan similares que son obra humana. Porque la Palabra divina también imparte la fuerza de Dios; la Palabra divina es la fuente de la que brota esta fuerza, y por lo tanto debe llevar inevitablemente a la meta, es decir, quien acepta la Palabra divina voluntariamente y la deja obrar en él, después de su muerte corporal entrará en el reino de la paz como un ser libre y feliz.

Porque la Palabra de Dios es la irradiación directa de Su amor. Pero Dios considera con esta irradiación sólo a los dispuestos, a los que se esfuerzan por Él, es decir, ciertamente la dirige a todos los seres humanos, pero su irradiación de amor sólo se hace efectiva en aquellos que son de buena voluntad. Y ahora les da fuerza por medio de Su Palabra... Y por eso las medidas contra la Palabra divina deben llevar a la ruina total, porque si se les roba, se quedan sin fuente de alimentación. Pero la voluntad de los hombres mismos es decisiva para que la Palabra divina les llegue, aunque se va a trabajar de la manera más brutal contra las personas que anhelan la Palabra de Dios.

Las personas se verán privadas de toda oportunidad de recibir la Palabra del exterior a través de intermediarios que quieran proclamar Su Palabra como representantes de Dios... Pero Dios Mismo hablará por boca de los que le son devotos en amor y los creyentes que carecen de fuerzas y que por tanto tienen hambre del alimento divino podrán oír Su voz. Dios se lo traerá a ellos, Él Mismo los instruirá, también directamente, si la persona se prepara a través de su forma de vida para recibir Su Palabra... No dejará a nadie en la necesidad del alma que se esfuerza por Él, pidiendo por refrigerio y fortalecimiento. Porque Dios es el Amor y Su amor se expresa irradiando y tratando de penetrar por todo lo que se abre a Su amor...

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise