Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/2901

2901 Crueldades.... Fin del tiempo.... Último juicio....

28 de septiembre de 1943: Libro 37

Un tiempo de sucesos inusuales mantendrá a los seres humanos en continua agitación, ya que ahora empieza un tiempo de luchas muy duras, y los indicios del fin del tiempo comienzan a sentirse. Como se ha anunciado, así se cumplirá. El caos aumentará, los hombres perderán toda esperanza, empezará una depresión y el bajo estado mental se hundirá aún más, porque los hombres se vuelven cada vez más menos amorosos y se perjudican de cualquier manera. Predominará el ego-amor y solo se considerará la propia ventaja en cada acción y por eso la miseria será cada vez mayor.

Y los sucesos se precipitarán, sucederán cosas que nadie antes creía posible.... Satanás se enfurece entre la humanidad y busca destruirlos, y los hombres ofrecen sus manos a los horrores más grandes, no tienen miedo de nada por el egoísmo y los deseos animales, se vengan de una manera inhumana y no se ponen inhibiciones. Y este es el tiempo en que se imponen grandes exigencias al sentido de justicia de los seres humanos donde tienen que decidirse por lo bien o mal, dónde deben establecer límites agudos, dónde se violan los mandamientos divinos.... dónde no deben tolerar lo que es contrario a estos mandamientos, es decir, no deben aprobarlo por guardar silencio o incluso consentirlo.

Es el momento en que la intervención divina es inevitable, para poner fin a la flagrante falta de amor, porque esta se convierte en las atrocidades más crueles. Lo que nunca sucedió en la tierra, eso pasará ahora y los sucesos se seguirán uno tras el otro por un corto tiempo, porque ya no quedará mucho tiempo hasta el final. Pero esto es terrible.... Y es por eso que Dios antes todavía sacude a los corazones de los hombres, y trata de hacerlos que piensen, y así los permite participar en el destino de toda la humanidad. No obstaculiza a las personas si se desverdezcan mutuamente entre ellas, y el mundo experimentará cosas inimaginables en su intensidad y crueldad. Porque es el tiempo del fin y este es un tiempo de horror que solo puede ser superado por el juicio final, que no viene por parte de los hombres sobre la tierra, sino que es solo un acto de la justicia divina, para poner fin a las incontables injusticias cometidas....

Amén

Traducido por Hans-Dieter Heise