Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/2850

2850 Dios demanda fe en las predicciones...

15 de agosto de 1943: Libro 37

Dejad todas las dudas y creed sin dudar lo que os anuncio a través de Mi Palabra. Es de la mayor importancia que vosotros mismos, que vais a transmitir Mi Palabra, estéis completamente convencidos de la verdad, porque sólo entonces podréis defenderla, cuando no hay ninguna duda en vosotros, cuando vosotros mismos os mantengáis en profunda fe en Mí y Mi Palabra. Lo que Yo os anuncio está destinado a toda la humanidad, porque no quiero advertir y amonestar a una persona individual, sino que quiero hablar a todos a través de una persona y señalarles el tiempo del fin cercano; Quiero hacerles saber lo que tengo planeado desde la eternidad; Quiero darles tiempo y oportunidad para que se preparen para este fin, y por eso les mando Mis mensajeros.

Y también tengo que mencionar el acontecimiento venidero, tengo que predecir a la gente el cambio de sus condiciones de vida y , por lo tanto, doy a personas individuales la capacidad de mirar al futuro y predecir lo que está por venir, porque quiero que las personas vean el final cercano y ahora trabajan diligentemente en sus almas, es decir, esforzarse por su perfección a través de una forma de vida que Me agrada. Y por eso doy una descripción de lo que ha de venir a través de Mi Palabra, a través de la voz del Espíritu, una descripción de lo que está por venir, anuncio una catástrofe natural, cuya magnitud significa un cambio total de las condiciones de vida y que, por lo tanto, tendrá un efecto inimaginable.

Y a los que doy información al respecto, que se la pasen, que se la hablen a todo el mundo sin timidez ni titubeo, que le quede claro a todo el mundo que cada día puede traer el acontecimiento, que la gente está frente a una gran experiencia, no debe darle mucho más tiempo, sino anunciar la catástrofe como inminente. Ellos mismos debe prepararse diariamente y cada hora para que puedan asumir su oficio de enseñar en cualquier momento cuando haya tenido lugar el gran temblor de la tierra; y no deben rehuir amenazas de ningún tipo, porque es Mi voluntad que la humanidad reciba información, es Mi voluntad que la gente esté de acuerdo en señalar esto a sus semejantes.

Y es por eso que instruyo a Mis siervos conforme a la verdad, para que puedan trabajar para lograrlo en una fe profunda, y por eso no les hablo en imagines, sino que les doy una descripción clara y comprensible de los hechos, que pueden ser transmitidos igualmente tan claras y comprensiblemente, así como el ser humano tiene la fe correcta, a quien se le asigna la tarea de transmitir Mis anuncios a los demás seres humanos. Porque es Mi voluntad que se hable abiertamente de ella, ya que es la única forma en que la humanidad puede ser informada de lo que está por venir, lo cual es inevitable porque la necesidad espiritual de la humanidad lo requiere...

La creencia en Mi Palabra debe ser profunda e inquebrantable en vosotros para que Yo Mismo pueda hablar a través de vosotros. Porque si sois creyentes, sólo decís lo que Mi Espíritu os inspira, y por eso Yo Mismo puedo hablar a través de vosotros. Pero si vuestra creencia es superficial, solo hablaréis tímidamente, y entonces no tendréis efecto en aquellos que os escuchen. Pero deben ser advertidos por vosotros, deben pensar y reflexionar sobre sí mismos, deben considerar la posibilidad de una catástrofe natural, aunque no estén convencidos de ella, para que, si ocurre, vuelvan sus pensamientos hacia Mí y Me reconocerán en ella. Quiero que habléis y señaléis esto a la gente, quiero que dejéis cualquier preocupación, quiero que vosotros mismos os ciñáis a Mis Palabras y las creéis, porque sólo una persona profundamente creyente puede levantarse con verdadero celo por lo que Mí Espíritu le ha inspirado a hacer.

Pero la fe debe ganarse en la oración, debe ser esforzada con firme voluntad; el hombre debe dejarme su corazón completamente sin ninguna resistencia para que Yo pueda trabajar en él. El hombre debe sentir Mi amor, debe saber que Yo no engaño a los hombres, sino que quiero llevarles la verdad, y que protejo contra el error a quien se dirige a Mí. Y sólo Me preocupo por arrancar a la humanidad del error y transmitirla a ella a cambio la verdad. Pero es erróneo el pensamiento de aquellos que creen que pueden continuar su vida en la tierra sin obstáculos sin creer en Mí y sin creer en una responsabilidad futura ante Mí.

Busco corregir este error, y por eso mando exhortadores a la humanidad para llamar su atención y anunciarla una prueba de Mi poder y fuerza, pero también de Mi amor. Porque sólo lo que le ha anunciado de antemano puede entonces moverla a creer en Mí... Y por eso es necesario mencionar lo que está por venir, y una y otra vez debéis hablar sobre el hecho de que Yo Me expresaré a través de una catástrofe natural como prueba de que Yo Soy y dirijo el destino de todos los hombres para que lleguen al reconocimiento de Mí Mismo si no son tercos e incorregibles.

Mi amor Me determina a hacer que la humanidad tome conciencia de esto, pero para esto último tengo que utilizar personas dispuestas a fin de no restringir la libertad de creencia de las personas. Pero éstas deben hablar en lugar de Mí, deben escucharme y entonces transmitir Mi Palabra, porque les imparto la verdad, que debe ser difundida a los demás seres humanos a través de ellas...

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise