Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/2758

2758 Recibir la fuerza divina durante la lucha de fe....

29 de mayo de 1943: Libro 34/35/36

El flujo de fuerza que Dios pasa a la tierra en forma de Su palabra tiene un efecto extraordinario de modo de que forma defensores valientes y fieles de convicción y que van a defender delante todo el mundo a Dios y Su doctrina durante la lucha por la fe que se está aproximando. Para poder realizar esa tarea, para poder luchar por Jesucristo como salvador del mundo, los creyentes deben ser formados de una manera especial lo que solamente es posible por el recibo de la palabra divina. El intercambio entre la tierra y el más allá introduce al hombre en el conocimiento, que le da la capacidad de resistir a cada asalto de destrucción terrestre de la fe. El hombre debe ser sabio antes de que pueda luchar por la fe con éxito.

La razón porque los hombres de ahora tienen una falta de cualquier conocimiento es la incredulidad y su estilo de vida sin Dios, y solamente si los hombres se esfuerzan de introducirse al conocimiento, si escuchan a la palabra ofrecida y viven adecuadamente, la lucha de fe aproximada les propinará mucha bendición. Pero el mundo va rigurosamente en contra de todos los que defienden la creencia en Jesucristo como salvador del mundo.

Y esa será la época de la decisión para todos los hombres la cual Dios anticipará al último juicio, que será tan importante que cada uno debería fortalecerse por el recibimiento de Su palabra para no vacilar en el momento cuando se le pida la decisión. La palabra pura de Dios esta bendita con Su fuerza y por consecuencia a los hombres se suministra una fuerza extraordinaria si lo necesita.... Podrá hablar sin miedo e impávido y enfrentar al adversario con la verdad, podrá ganar algunos de ellos para el reino divino por su discurso convincente, es decir, sus discursos sonarán convincentes y hacen crecer raíces en los corazones de los que todavía no están ciegos por completo y ellos cambiarán y pasarán al lado de los luchadores de Dios.

Dios sabe de la debilidad de voluntad de cada uno de los hombres y donde puede ganar un alma para Él, por allí deja pasar el flujo de fuerza de Su palabra para transmitirle ayuda, porque por sí mismo no puede decidirse. Y por eso se les enseña por Dios de antemano a los hombres que se ponen a Su disposición y se capacitan para la tarea de enseñanza para la cual Dios les forma. Deben ser enseñados de la manera de que entiendan todo para que no tengan que temer reparos que no pudieran contradecir. Deben crecer en su creencia en el amor, la omnipotencia y la sabiduría divina por las instrucciones continuas para poder hablar con convicción del todo si se deniega totalmente a Dios.

La lucha que pasará por el mundo contra los fieles de Dios será aflojada en su consecuencia para los hombres que están bien enseñados en la verdad, porque recibirán sin cesar la fuerza divina con la que pueden aguantar y sobrepasar del todo, da igual lo que les pase. Y aceptarán la fuerza con Su palabra la cual Él pasa a la tierra ahora y eternamente a que los hombres se fortalecen en la fe en Él, los que se abren para Su palabra. Porque Su amor no les deja sin fuerza ni ayuda a los que le defiendan....

Amén

Traducido por Bea Gato