Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/2399

2399 “No temáis a aquellos que matan al cuerpo, porque no pueden matar al alma....”

7 de julio de 1942: Libro 32

No temáis a aquellos que amenazan a matar al cuerpo, porque al alma no pueden matar, porque no pueden haceros daño espiritual, sino solo acosar al cuerpo. Pero el cuerpo es mortal, y si el alma adentro pertenece a Dios, va a despertarse después de la muerte corporal, porque entonces empieza la vida auténtica. Y si pensáis en esto, vais a ser luchadores auténticos para Dios, vais a defender a Su nombre ante todo el mundo y no tener miedo o estar intimidado llamando el nombre del Señor. Entregando vuestro alma a Dios, el mundo os puede quitar el cuerpo tranquilamente, os puede amenazar con la muerte, y no os va a interesar, porque la muerte corporal os acercará a la felicidad eterna. Pero si no queréis perder la vida terrestre, tenéis que dejar atrás a vuestro alma y traicionar al Senor Jesucristo.... Pero el poder terrestre no os puede alargar vuestra vida ni por un día, si la voluntad de Dios lo ha excluido. Porque Él es el Señor sobre la vida y la muerte, Él es Aquel al que se tiene que someter todo lo que exista en el cielo y la tierra, y si le gusta, Él termina con la vida, pero de nadie que necesita todavía para cumplir a Su voluntad en la tierra. El poder terrestre no conseguiría nada si la voluntad divina no lo permitiera, pero la voluntad divina puede realizar todo, y entonces puede proteger a los hombres que se entregan a Él. Y esto debe ser consuelo y llenaros con esperanza que estáis bajo protección de Aquel que os necesita para Él, Su voluntad puede impedir las actuaciones planeadas del poder terrestre.... pero el poder terrestre nunca jamás tiene influencia en la voluntad de Dios, y a consecuencia esta sin poder si Dios se opone con Su poder.... Por esto no temáis si no creéis.... Estar sin miedo y decididos en cuanto vale repartir a la palabra divina, porque el Señor protege a vuestro cuerpo junto con el alma hasta que se ha terminado vuestra misión en la tierra....

amén

Traducido por Bea Gato