Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/2340

2340 Justicia divina. Intervención. Catástrofe

19 de mayo de 1942: Libro 32

La Justicia divina estará manifiesta tras los efectos de aquel acontecimiento que, en tiempos venideros, está previsto para la humanidad; porque los países cuyos regentes han provocado esta conflagración estarán muy afectados - una desgracia que se está extendiendo sobre toda la Tierra... Es para que se haga evidente la culpa de estos países, al estar inminente para suceder un acontecimiento que la voluntad humana no puede evitar ni reducir.

Que los hombres de todo el mundo se enteren que la Justicia de Dios no deja nada impune, y que Él interviene cuando la medida de la injusticia está colmada. Dios dio a los hombres la libre voluntad - la que ahora fue abusada de una manera que requiere sanción... para que todos que piensan y actúan de manera justa reconozcan la Mano de Dios, y detesten lo que aquellos otros aprecian.

La lucha entre los pueblos se ha extendido sobremanera, por lo que la conflagración no puede ser extinguida tan fácilmente. Por eso Dios mismo la termina, quitando a los hombres la posibilidad para continuar la lucha mediante un acontecimiento de la naturaleza, inimaginable en su efecto. Los que antes eran fuertes y poderosos, Él los deja indefensos; pues les demuestra que la Voluntad y el Poder de Dios son más fuertes.

Y aquel que aún no está completamente a merced del adversario de Dios, pronto se dará cuenta dónde el maligno había actuado, y por eso va a aplicarse a una conducta correcta.

Amén.

Traducido por Meinhard Füssel