Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/2307

2307 Promesas... Espíritu... Verdad...

20 de abril de 1942: Libro 32

Es el espíritu que caracteriza a Mi Iglesia, y este espíritu se puede expresar en cada denominación porque siempre llenará a las personas que se esfuerzan por Mí. Pero Yo no he fundado ninguna denominación, solo una Iglesia, una comunidad que debe construirse sobre una fe profunda. Cualquiera que quiera unirse a Mi Iglesia debe por lo tanto ser un creyente profundo y preguntar por Mí... Yo solo miro eso y no la denominación a la que pertenece una persona. Porque sólo ahora el hombre puede orar en espíritu y en verdad.

Establece una conexión Conmigo libre de cualquier exterioridad, porque la fe y el deseo reducen la distancia de Mí, y la persona cruza un puente que Mi amor construyo hacia la tierra... Me habla, humilde y confiado, y desea Mi cercanía. Entonces la chispa del espíritu en él, que es Mi parte, se conecta Conmigo, su Creador y Origen. Y ahora la conexión espiritual está establecida y finalmente se supera la separación de Mí. El ser humano pertenece a Mi Iglesia y por lo tanto es miembro de la Iglesia de Pedro, que fue edificada sobre una fe profunda, porque sólo la fe genuina y profunda ha iniciado la relación íntima con Dios, pero donde falta la fe, el hombre jamás puede orarme en espíritu y en verdad.

En consecuencia, pertenecerán a Mi Iglesia todos aquellos a quienes la fe ha establecido una conexión Conmigo que debe establecerse para que Mi Espíritu fluya a través de ellos. M Espíritu es precisamente la vida de la Iglesia, porque un Iglesia que no está impregnada de Mi Espíritu no puede ser Mi obra, nunca puede haber sido fundada por Mí. Y Mi Espíritu estará dondequiera que esté el amor... donde se enseñe el amor y se practique de nuevo el amor, allí también será reconocible Mi Espíritu. En consecuencia, Mi Espíritu tiene que expresarse en personas de todas denominaciones porque en cada una de ellas hay personas verdaderamente amorosas y Mi Espíritu se desborda en ellas.

Pero la obra del Espíritu se comprobará por el aumento de luz y conocimiento. Ser iluminado es un signo evidente de la obra del Espíritu. Y en consecuencia Mi Iglesia, es decir, sus verdaderos seguidores, se mantendrán en el conocimiento porque a través de su profunda fe y el deseo por Mí se hacen receptivos a este conocimiento, no ofrecen resisten a la obra del Espíritu. Sabiduría de Dios o sabiduría de los hombres... estas son las características de las Iglesias, es decir, de las denominaciones individuales y sus seguidores.

En cualquier denominación puede haber personas que han sido enseñados por Dios, así como aquellas que ha absorbido el conocimiento humano. Así que solo aquellos pueden contarse en Mi Iglesia que también han recibido la sabiduría directamente de Mí a través de la obra del Espíritu, que es la irradiación de Mi Espíritu... Y esta Mi Iglesia nunca perecerá... existirá para siempre, porque siempre habrá personas que se mantengan firmes en la fe y el amor y tengan un ferviente anhelo por Mí, y Yo estaré con ellas para siempre... Yo estaré constantemente con ellas en Espíritu, como lo he prometido...

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise