Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/1829

1829 Cumplimiento del deber....

24 de febrero de 1941: Libro 27

Nunca debes conformarte con el mero cumplimiento de tus deberes, sino que debes hacer algo más, debes emprender voluntariamente una tarea que no te sea dada por la gente, sino que debes hacerla por amor.... sólo entonces eres amorosamente activo, y sólo entonces este logro será valorado y te hará ganar bendiciones para la eternidad. Las personas que cumplen obedientemente con su trabajo terrenal creen que han hecho lo suficiente. Su vida es entonces una vida de cumplimiento del deber, pero no un servicio consciente en el amor. Lo que el deber manda hacer está, sin excepción, de acuerdo con el propósito mundano. Todo lo que tiene una influencia ennoblecedora en el alma no se exigirá ni se realizará según el deber, sino que tendrá que hacerse siempre con la más plena libertad de voluntad, y por eso sólo se puede hablar de progreso del alma cuando el ser humano demuestra ser activo más allá de su deber y no se detiene en tal actividad de amor. Sin embargo, lo que el ser humano convierte en un deber para sí mismo o para los demás sólo tiene un valor puramente terrenal, pues el cumplimiento de un deber no tiene por qué tener como motor el amor al prójimo. Se trata, en su mayoría, de mandamientos decretados por el hombre y destinados a mantener el orden mundano, cuyo cumplimiento es, por tanto, necesario hasta cierto punto para luchar contra la debilidad de la voluntad de las personas, ya que muchas de ellas no harían lo que se les impone si no fueran educadas en el sentido del deber. Por lo tanto, todo lo que hacen es de alguna manera condicional, y conlleva algún beneficio terrenal. Un modo de vida terrenal que sólo muestra una serie interminable de obras, todas ellas bajo el epígrafe del cumplimiento del deber, no tiene por qué llevar a un estado de madurez del alma, pues es precisamente este cumplimiento del deber lo que impide al ser humano ser verdaderamente amoroso. Aunque el cumplimiento del deber no se puede presentar a las personas como algo malo o innecesario, es sin embargo un cierto peligro para el alma del ser humano, pues cuanto más lo toma como pauta para la vida humana, cuanto más importante se toma este mismo deber, más cree estar eximido de la correcta actividad en amor. Considera que su tiempo está suficientemente utilizado y sin embargo, espiritualmente, se queda significativamente atrás a menos que se encuentre en el amor, es decir, que el amor le impulse, a pesar de los deberes y el tiempo cumplido, hacer un „mas“....servir al projimo tanto materialmente como espiritualmente con acciones que nadie exige y por tanto no se pueden convertir en un deber. El solo cumplimiento de deberes puede ser reconocido en la tierra, pero no tiene importancia para la eternidad, por lo que el ser humano debe tratar de dar y servir lo más posible por su propia voluntad. No debe conformarse con el cumplimiento de su deber, sino que, por su propia voluntad, debe hacer "más".... dar y servir en el amor para que su alma sea redimida, alma que sólo se beneficia de lo que el ser humano hace por su propia voluntad y en el amor desinteresado al prójimo...

Amén

Traducido por J. Gründinger