Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/1381

1381 Echad todas vuestras preocupaciones sobre el Señor....

11 de abril de 1940: Libro 23

Echad todas vuestras preocupaciones sobre el Señor.... y si tenéis miedo, recordad Su muerte en la cruz. En Su inmenso amor, Él tomó sobre Sí vuestro sufrimiento; Él murió por vuestro sufrimiento para que fuera menor, porque Su amor por vosotros Lo impulsó a entregarse a Sí Mismo para redimiros. Y este amor quiere volver a protegeros del sufrimiento y del dolor si os acordáis de Él y Le pedís que os cuide. Por eso miráis hacia arriba con confianza y encomendadle a Él todas vuestras preocupaciones, porque Su poder es grande u Su amor aún es mayor, y cuando Su amor se apodera de vosotros, basta Su voluntad para redimiros.

Por tanto, no temáis ni dudéis, sed fieles y valientes; Sabed que el Señor Mismo está con vosotros cuando lo invocáis a través de vuestros pensamientos; Sabed que Él escucha vuestra oración y extiendo Su mano protectora sobre vosotros, si un poder hostil quiere haceros daño. Y vuestra fe desterrará todo peligro, y vuestra fe os deja vencer, y vuestra fe os dará fuerza.... Porque Dios es.... y Dios es amor.... El amor os ayuda porque es más fuerte que el poder opuesto. Y donde tengáis que sufrir, lo hacéis por el Señor, os ponéis a disposición de Él, y Él os elige para que seáis Su instrumento....

Vuestro sufrimiento debería dar luz nuevamente al amor y a la fe, debería despertar a almas muertas, vuestro sufrimiento debería ser, por así decirlo, una ocasión para la iluminación para los errantes e ignorantes. Pero si presentáis vuestro sufrimiento al Señor, Él os apoya y transforma vuestro sufrimiento en amor profundo, y tomáis la cruz de Cristo con paciencia y alegría, lleváis la cruz para el Señor y ayudáis a redimir.... Os habéis convertido en ayudantes y guiáis a las almas de la oscuridad a la luz; aumentáis el número de los que saben y hacéis vuestro sacrificio por ello sufriendo por causa de Jesús.

Y será una bendición para vosotros, porque innumerables personas sufren necesidad espiritual. Ayudarlos es una obra de amor, y si sólo se puede lograr a través del sufrimiento y uno asume este sufrimiento, entonces esta es una obra de amor hacia las personas errantes. Y el Señor os concede todas las gracias, os da fuerza, fortalece vuestra fe y os convierte en celosos representantes de la Verdad divina....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise