Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/1167

1167 Oración....

8 de noviembre de 1939: Libro 20

Y así debéis perseverar en la oración, porque sois hijitos débiles que siempre necesitan la ayuda del Padre. Y vuestra preocupación debe ser siempre la de mostraros dignos de Su ayuda, porque todo lo que el Padre que está en el cielo os hace, lo hace por amor a vosotros. Si vosotros ahora queréis poseer este amor Suyo, debéis demostrarle que sois hijos Suyos cumpliendo Su voluntad.... Y para ello necesitáis fuerza, la cual debéis suplicar en la oración creyente. Y entonces la oración es el primer peldaño hacia arriba; El niño terrenal todo lo puede si se refugia en la oración, porque el Padre Mismo os ha dado la promesa con Sus Palabras: Pedid y se os dará.... llamad y se os abrirá....

Todo llamado que sale del corazón llega al Padre y será respondido si lleva a la salvación del alma humana. El poder de la oración es tan grande que se envía una fuerza espiritual inesperada para ayudar al niño terrenal y cada petición es concedida si está en la voluntad del Padre celestial. Pero solo se puede responder a la oración que se eleva al Padre con humildad y confianza infantil.... la oración debe reflejar la relación correcta con Dios....

Así como un niño presenta su petición al padre, así también el niño terrenal que pide debe acudir a Él con cada petición. La oración es la conexión consciente con Dios.... Porque la oración presupone también la creencia de que un poder superior tiene toda la autoridad y que Dios ama a Sus criaturas. Prueba que la criatura reconoce a su Creador.... La oración establece la relación justa entre ambos, y la oración prueba el deseo del niño terrenal por el Padre del universo.

Y cuando pedís y presentáis vuestra petición al Señor, os confesáis al Espíritu original, Que es vuestro punto de partida y entráis al puente que conduce a la reunificación, porque la oración es el primer paso hacia el Padre.... La oración es la única manera de llegar desde lo más profundo a lo más alto, porque a través de la oración se le da al niño terrenal el poder y la fuerza para comenzar el trabajo sobre sí mismo, sobre su alma, y así salvar la brecha que lo separa del Padre.... Y cuando una persona tiene que superar luchas, sean de la clase que sean, la oración es siempre el refugio a Aquel que puede poner fin a todo lo difícil.... Si oráis correctamente, es decir, en espíritu y en verdad, vuestra súplica será escuchada, para que os fortalezcáis en vuestra fe en Su amor y omnipotencia....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise