Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/1127

1127 Renuncia en favor del prójimo.... Amor al prójimo....

5 de octubre de 1939: Libro 20

El bienestar del público en general requiere muy a menudo un sacrificio del propio bienestar. Y por lo tanto, se debe hacer un cierto sacrificio para poder servir al prójimo a través de eso. Nada es más beneficioso para el alma humana que la renuncia voluntaria a todas las comodidades de la vida en beneficio de su semejante. Eso es el verdadero amor al prójimo que tiene un efecto indescriptiblemente beneficioso. Tal acción ya conlleva la mayor bendición en la tierra porque despierta el amor a cambio y contribuye así al ennoblecimiento del hombre. Y el Padre que está en los cielos envía a Sus hijos lo mismo que ellos hacen y se dan unos a otros.... Y así también los bienes terrenales aumentan en beneficio de los que dan, siempre que no se haga aras de la recompensa.... Sin embargo, mucho mayor es el impacto de todos estos actos en la eternidad.

Probablemente hay innumerables seres humanos que viven en la tierra que no quieren en absoluto esta ayuda voluntaria hacia su prójimo, se resisten a todo lo que podría amonestarlos a tales actos de ayuda, y aun así se hacen mayor daño a sí mismos, porque un día tendrán una deficiencia y la lamentarán amargamente. Porque lo mismo que antes deseaba el prójimo, ahora es su mayor deseo, si necesitan del amor y la misericordia de otras almas en la misma pobreza y ahora se les niega.

Y por eso dad.... dad con las manos llenas, si os lo piden y tratad de paliar la necesidad donde podáis.... Pasad hambre vosotros mismos, si con eso podéis ayudar a vuestro semejante, y sabed que el padre en el cielo tampoco os niega Su misericordia, si Le pedís por dones terrenales.... Porque Él no deja a Su hijo en la necesidad, pero vosotros también debéis renunciar a todo lo que podéis dar a vuestro semejante para aliviar su necesidad. Y cuando sintáis la bondad y el amor del Padre en vosotros mismos, pensad siempre en los pobres y extended también siempre a ellos vuestro amor y misericordia y no dejéis que pasen hambre.... Porque el Señor os ha reunido para que os ayudéis mutuamente, os consoléis y aliviéis de todo sufrimiento, para que os redimáis a través de obras de amor al prójimo desinteresado y al mismo tiempo despertéis el amor y contribuyáis así al ennoblecimiento de la humanidad....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise