Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/1085

1085 Palabra de Dios....

7 de septiembre de 1939: Libro 20

A vosotros, humanos, se os ofrecerá el alimento más fuerte y una bebida refrescante si el Señor os envía Su santísima Palabra.... Oís la voz del Señor y son Palabras de amor que Él dirige a los humanos.... Él advierte y amonesta constantemente los hijos de la tierra y con amoroso cuidado les ofrece excesivas gracias, pero se presta muy poca atención a Sus amables Palabras paternales, y por eso Su voz tiene que sonar más admonitora si ha de penetrar en el oído de los que descuidadamente recorren por la vida terrenal, dejando sus almas en una extrema necesidad. Los hombres reaccionan de manera diferente a la Palabra de Dios.... Solo unos pocos la aceptan como el bien más delicioso y refrescan sus almas, pero la mayoría conoce la Palabra de Dios sólo desde fuera. La oyen bien, pero no captan su sentido.... las Palabras solo llegan al oído, pero no al corazón.

Y así la voz divina sonará más fuerte y los durmientes y los soñadores tendrán un miedo terrible.... Quienquiera que camine en un sueño será despertado repentinamente por la fuerte llamada audible desde arriba.... Y el Señor hará oír Su voz tan fuerte que habrá un gran horror a causa de eso, porque muchas personas se sentirán culpables y se darán cuenta de su tibieza. Y para aquellos que les llega todavía el reconocimiento en el momento adecuado, el llamado de lo alto les ha traído la salvación, y el Señor con gracia los aceptará en el rebaño de Sus ovejitas.

Y así el Señor corteja a Sus criaturas.... el Pastor tienta a Sus ovejitas para cuidarlas y guiarlas al reino eterna. Pero aquellos que no obedecen Su llamado, su camino conduce al abismo.... El Padre Que está en el cielo es infinitamente paciente y tolerante, pero si Su amor es despreciado y Sus criaturas no encuentran el camino de regreso a Él, su recompensa será conforme a su deseo.... entrarán en el reino de las tinieblas porque despreciaron la voz de lo alto, que quería traerles la salvación de la ruina eterna....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise