Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/1000

1000 Motivo del amor al prójimo....

9 de julio de 1939: Libro 19

El Motivo del amor cristiano al prójimo se ha vuelto completamente diferente de cómo debería ser por parte de Dios, y esto se debe a que la humanidad ya no es consciente de cuán necesario es “el amor en sí mismo” para el regreso al Padre y cómo todo en el universo está estrechamente relacionado con el concepto de amor. El amor a la materia es la muerte espiritual, pero el amor al prójimo y, por tanto, a Dios como Creador de todas las cosas es vida espiritual. Dondequiera que sólo esté activo el verdadero amor, no se podría registrar ninguna decadencia espiritual, pero donde prevalece el amor por la materia, allí todo lo espiritual se pierde por completo.

El amor es lo más alto en la tierra y apunta a Dios.... sin embargo, si está destinado a las posesiones terrenales, aumenta la materia y tira hacia abajo.... Cuanto más llenado está el hombre por el sentimiento del amor, tanto más claramente el espíritu podrá expresarse en él, pero este amor debe ser dedicado a Dios y al prójimo, pero no a la materia. Una manera de pensar completamente erróneo han llevado a la humanidad tan lejos, que ya no es capaz de distinguir entre el amor recto y el amor divino.... si emana del corazón o si tiene su origen en la vida corporal del ser humano, en los deseos puramente corporales.

La persona que, impulsada por el amor interior, se esfuerza constantemente por hacer el bien, no piensa en ninguna recompensa terrenal, sino que es este santo sentimiento de amor esta tan fusionado con su ego que no puede evitar ser activo en el amor.... Hay en él el impulso de ayudar, de consolar y de dar donde sea que se necesite su ayuda (amor). No calcula con ansiedad, no da al prójimo según medida, sino que solo está impregnado de un profundo amor por el prójimo, y este es el amor justo ante Dios, que es también el camino correcto hacia la vida eterna....

El ser humano, sin embargo, que sólo permanece en la materia, sólo se preocupa de aumentar la materia en la tierra, es decir, los bienes terrenales y sacar su beneficio de todo. Si ahora apoya al prójimo al ayudarle, siempre es sólo un cierto cálculo para obtener algún beneficio de ello, y el amor al prójimo puro y desinteresado es un concepto incomprensible para él. Sin embargo, el amor calculador nunca puede tener un efecto redentor, y el amor al prójimo es nuevamente el factor más importante que debe tenerse en cuenta.... El ser humano debe redimirse a sí mismo a través del amor, pero el amor por las posesiones es predominante y le impide practicar el amor desinteresado. Así que quien quiera cumplir con el mandamiento divino debe renunciar voluntariamente a la materia, debe aprender a despreciarla, sólo entonces el amor puro puede llenar su corazón.... aprenderá a amar a Dios y también al prójimo, si la materia ya no vale nada para él.... ya que el amor está inherente en el ser humano, sino demasiado a menudo en el sentido equivocado.

Quien se ama más a sí mismo codicia también todas las posesiones terrenales, y la deidad eterna sigue tan lejos de él.... primero tiene que renunciar voluntariamente a todo lo que le une con la materia.... tiene que tratar de desprenderse de ella y formarse al amor.... solo entonces el ser humano experimenta la transformación interior; siente en sí misma la chispa del amor divino y ahora ya no puede dejar de transmitirla al ser humano, y sólo es el verdadero amor cristiano, que tiene un efecto redentor en el verdadero sentido de la palabra....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise