Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/0877

0877 Filiación de Dios.... Objetivo final de la vida.... Estado de luz....

21 de abril de 1939: Libro 18

No olvidáis que estáis llamados a ser hijos de Dios y que también debéis entrar en los mismos derechos que los niños si demostráis ser dignos de ser llamados hijos de Dios.... Y por eso es necesario que reconozcáis en que vuestra obra existirá un día en el más allá.... Es necesario para haceros comprensible con qué celo debéis esforzaros por vuestro desarrollo superior y como debéis aprovechar cada oportunidad que os puede traer la filiación de Dios.

Ser un hijo de Dios significa inclinarse completamente a la voluntad del Padre celestial, dedicarse a Él con todo amor y humildad y establecer la unión última con el Padre como primer objetivo, para que el Padre celestial dirija todo Su amor del mismo modo al niño terrenal, lo instruye en toda sabiduría y le permite obtener un visión en Su creación, y eso con el propósito de un perfeccionamiento cada vez mayor, que es indispensable para ser llamado hijo de Dios con pleno derecho.

El señor ha determinado que todos Sus niños terrenales sean hijos de Dios, pero solo muy pocos captan el verdadero significado de esta palabra y no saben cuán inexpresablemente significativo es para el hombre establecer la relación filial con el Padre tan pronto como sea posible.... El niño terrenal, a través de una devoción intima pronto obtendrá una representación viva tanto de la tarea terrenal como de la actividad en el estado de luz y reconocerá el último significado y propósito....

El hombre perseguirá su objetivo con tenaz fuerza de resistencia, con pleno conocimiento de origen y de su desarrollo superior.... se esforzará por convertirse en hijo de Dios en la tierra para reconocer su verdadera tarea en el más allá y tratar de cumplirla también con toda fuerza. Porque el cumplimiento de la tarea terrenal no existe el único y último propósito de la vida y la encarnación completa del alma. Más bien, este se debe buscar y encontrar en el esfuerzo puramente espiritual.... Y eso, a su vez tiene la intención de garantizar que el hombre en el más allá pueda abarcar con la vista toda la creación y ahora , a su vez, contribuya al avivamiento de esta creación de múltiples maneras.

Cuando el ser terrenal tiene esta certeza de que una Deidad eterna e inmutable también le ha encomendado una misión para después y entonces también puede seguir creando y esforzándose sin menoscabo, pero de manera espiritual, la vida terrenal toma una forma completamente diferente y también se vuelve mucho más útil para la salvación del alma, porque reconoce su fin último y se esforzará en lo sucesivo por servir a Dios como Padre eterno y demostrar que es digno de la filiación de Dios Amén

Traducido por Hans-Dieter Heise