Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/0407

0407 La importancia del saber

9 de mayo de 1938: Libro 9

Te decimos para tu tranquilidad: mientras que sólo busques la verdad dentro de tu corazón, no habrá hombres ni seres espirituales que consigan transmitirte opiniones erróneas. Si tú misma no admites tener en cuenta mentalmente ninguna falsedad, tampoco habrá poder alguno que pueda transmitírtela. Tu lucha por la Verdad es bendita porque eliminas con tu propia voluntad cada una de las fuerzas que quieren conseguir que te confundas. Sólo habría peligro si tu lucha disminuyera y permanecieses indiferente ante los malos influjos. Por eso es muy importante que reces, pues la oración siempre te protegerá y te sensibilizará a lo bueno y lo noble. La Bondad del Señor hace que continuamente recibas enseñanzas. Procura sobre todo alcanzar madurez espiritual, porque cuando la doctrina del Señor se vea en aprietos, necesitarás tener una sabiduría que te permita responder a cada cuestión. En este mundo o en el otro, siempre costará un gran trabajo que las palabras de Dios encuentren aceptación y sean valoradas con prontitud. Los detalles no tienen mucha importancia, pero lo que sí importa sobre todo es saber que la vida continuará. Y también importa saber que es necesario trabajar continuamente para modelar el alma, y que cada ser tiene que estar constantemente activo. Este conocimiento os empujará a hacer todo lo posible para conseguir un mayor perfeccionamiento durante vuestra vida terrenal, porque solamente en ésta se os da la oportunidad para tanto. Vuestra vida posterior consistirá sobre todo en desarrollar una plena actividad en el ámbito del amor, estado sumamente bienaventurado para vosotros.

Si por el contrario no lo hacéis en la Tierra, aún tendréis que luchar penosamente en el Más Allá para poder llegar a las alturas finalmente. Mientras que en la Tierra tenéis la Gracia de Dios y oportunidades más que suficientes para evitar semejante lucha.

Ahora tu espíritu de la guarda y de control te habla de la ocupación continua de los seres que te rodean: «La misión de estos seres consiste sobre todo en transmitirte el verdadero entendimiento, necesario para que puedas asimilar nuestras enseñanzas. Ellos cuidan de ti y vigilan tus pensamientos. Pronto el entendimiento que poseen también te será transmitido, y este te liberará cada vez más del peso de la Tierra. Aunque así estés bien cuidada, tu vida continuará siendo una lucha, por supuesto victoriosa».

Sólo a pocos se les ha confiado una tarea como ésta, porque la fuerza y la voluntad de los hombres es muy distinta. Por eso el Señor mismo elige a los Suyos.

Quien le acepta en su corazón, entra bajo su custodia y experimenta en abundancia su Amor y su Bondad. Aunque de todos modos, al hombre le ha sido dada una fuerza motriz en el corazón, una fuerza que le invita a que se perfeccione, una fuerza que se despierta en él cuando, con amor, comienza a hacer el bien a su prójimo.

Amén.

Traducido por Meinhard Füssel