Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/0334

0334 Hostilidades de las fuerzas del mal.... “Guíanos no a (en) la tentación”....

16 de marzo de 1938: Libro 8

No te preocupes hija Mía, siempre lograrás cada vez más destruir las fuerzas del mal, que aún te rodean y no cejarán en su lucha, pero cuanto más íntimamente te esfuerces por la conexión Conmigo, más ineficaces son los intentos de estas fuerzas.... Así como el sabio mundano debe defenderse de los ataques de los oponentes que quieren disminuir su fama y mérito, por lo que una persona que lucha por la verdad espiritual está aún más expuesta a molestias hostiles, porque se trata de hacer apostatar el alma, y para conseguir esto estos poderes no escatiman medios.

Si ahora estáis perseguidos en la tierra de tal manera desde el lado opuesto, vuestra voluntad y vuestra fuerza deben ser extraordinariamente grandes si queréis resistir, porque sabed.... si queréis llegar a Mí, tenéis que luchar, de lo contrario tampoco podréis recibir la recompensa.... la dicha eterna, ya que se supone que Me vais a ver.... ¿ Entonces el camino os será tan difícil cuando conocéis la felicidad inconmensurable que espera?.... Tomad todo con paciencia sobre vosotros mismos y no os dejéis ser pequeños y asustados.... Manteneos en la oración, y toda tentación pasará de largo, y más fuertes saldréis de cualquier peligro.

Es Mi voluntad ahora y en todo momento que aquel que ve su meta en Mi debe ganar.... Porque ¿dejaré perecer a un niño que me extiende las manos y Me añora?.... La tierra es un valle de sufrimiento, fue creada para vosotros para que podéis lograr en ella lo que es vuestro destino.... y por eso todas las fuerzas del mal también pueden tener la oportunidad de luchar por vosotros, para que podáis poner a prueba vuestra fuerza en ello, porque de lo contrario no podréis alcanzar lo que se pretende para vosotros como objetivo final.

Pero en todas las necesidades del alma es suficiente que vosotros llamáis al Padre.... que preguntáis: “Führe uns nicht in Versuchung”.... Entonces vuestra voluntad de no sucumbir a la tentación se evalúa como una resistencia consumada contra todo lo que teméis.... Que seáis siempre conscientes de que el deseo de reconocer la verdadera Divinidad os somete a tales pruebas, si no pidáis una y otra vez la ayuda de Dios, que ciertamente no os será negada. Así que prestáis atención a todos vuestros pensamientos y acciones para que no estén guiados por malas influencias a fin de recibir Mis enseñanzas de manera más pura y digna. Mi bendición os guiará....

Amén

Traducido por Hans-Dieter Heise