Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/0206

0206 Mensajeros - Oración

28 de noviembre de 1937: Libro 5/6

Grandes son los planes del Señor. Tus pensamientos son guiados convenientemente porque sólo así podemos manifestar la Voluntad de Dios, la cual enseñamos continuamente a todos aquellos que están preparados para oír las enseñanzas de Dios. El Señor hace que sus ángeles se preocupen por el valle de la Tierra. Dondequiera que haya una criatura que, con amor al Señor, sea capaz de recibir sus enseñanzas, puede regocijarse con esta Gracia de Dios, sirviéndole con obras de amor que ayuden a los ignorantes que todavía vagan de un lado para otro.

En esa época de tribulación, mucho ayuda el Señor gracias a los siervos que caminan por la Tierra. Todo errante que busca realmente la Salvación puede acoger la mano redentora del Salvador. Mediante la oración silenciosa vuestros ruegos llegan al Padre. Con un poco de fe, vuestra oración será atendida. Hay muchos seres espirituales que os guían para que vuestras almas puedan salir indemnes de la tribulación y para libraros de las malignas influencias ajenas. Aceptad sin vacilar todo lo que el Padre hace que os llegue a través de sus mensajeros. Los ruegos de quienes realmente desean a Dios, serán atendidos. Porque el Padre ama a sus hijos.

Querida hija, escucha lo que queremos decirte: Sabe que, uniéndose a la Divinidad, cada cual puede conseguir su meta en la Tierra. Para volver a ser uno con el Padre que le dio esta vida en la Tierra. Para que esta le sirva para su desarrollo espiritual. Amorosamente, el Señor os hace saber que el deseo de alcanzar esta meta debe ser el más vehemente de vuestra vida. Que ninguno de vosotros lo ignore, para que después no tenga que justificarse en la eternidad por haberla usado mal. Porque llegará el día en el cual tendrá que arrepentirse amargamente. En el Más Allá, cuando tenga que perfeccionarse mediante su propio esfuerzo formándose a sí mismo, en total dependencia de la actividad amorosa de otros seres espirituales superiores, le resultará mucho más difícil intentar llegar a la perfección. Mientras que en la Tierra podréis obtener una Gracia tras otra que el Salvador os concederá colmadas tan sólo con pedírselo. ¿Por qué no hacéis un esfuerzo para conseguirlo? Aceptad todas las enseñanzas que el Señor os envía y volveos fuertes en la fe. Vivid en el amor y orad sin cesar. Entonces, altamente bendecidos, alcanzaréis vuestra meta durante vuestra estancia en la Tierra. Y habréis hecho buen uso de la vida terrenal en vistas de la Vida eterna venidera.

Amén.

Traducido por Meinhard Füssel