Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/7178

7178 Explicación de la gran ceguera espiritual de la gente....

31 de julio de 1958: Libro 76

Lo que Mi espíritu les proclama puede llevarles a la luz más brillante si ustedes también son de espíritu despierto, es decir, si quieren recibir la verdad de Mí mismo.... si no sólo la dejan resonar en sus oídos sino que la dejan hacer profundo efecto en sus corazones y así dejan que el espíritu hable dentro de ustedes, lo que les dará la comprensión correcta para todo lo que les viene de Mí.... Es indispensable Mi trabajo del espíritu en ustedes, de lo contrario sólo serán formas muertas, aunque parezcan "vivas" en la tierra.... Pero no es la vida correcta, ya que ésta sólo puede estar donde Yo mismo estoy, donde "Mi espíritu" puede llenarles. Esa distinción deben hacerla entre las personas, algunas de las cuales pueden ser llamadas, con razón, larvas humanas, porque carecen de toda vida espiritual y sólo están activas hasta donde su energía vital lo permite, la cual sin embargo sólo utilizan de manera equivocada y así hacen que el estado de muerte sea aún más preocupante, ya que pueden pasar eternidades antes de que encuentren el camino para salir de este estado a la vida.... Hay que establecer un vínculo Conmigo como ser humano que permita que Mi espíritu fluya en él..... Así pues, debe establecerse el vínculo entre la chispa espiritual del ser humano y el Padre-Espíritu eterno, vínculo que entonces también transferirá el alma del estado de muerte al estado de vida, que dura para siempre.... Ustedes los humanos, al principio de su encarnación, no sabían nada de lo que eran, de lo que son y de lo que volverán a ser. Pero Yo me encargo de que se les imparta ese conocimiento, aunque ahora depende de nuevo de ustedes la actitud que toman sobre éste.... Ustedes son bendecidos si no se cierran a tales imparticiones, si reflexionan sobre ellas, si le dan a la chispa espiritual dentro de ustedes la oportunidad de expresarse.... cosa que ya se realiza por la mera voluntad de experimentar algo según la verdad. Y realmente, cada persona podría hacer suya este deseo de conocimiento verdadero, ninguna persona necesitaría vagar en la oscuridad espiritual, porque el más pequeño deseo del corazón será tomado en cuenta y la chispa espiritual será impulsada a expresarse como resultado.... Pero el hecho de que tan pocas personas tengan el serio deseo de la verdad, lo que muestra la indiferencia de la mayoría hacia su propia existencia terrenal.. es un desprecio a la gracia de la encarnación como ser humano, desprecio por el que el ser humano será llamado a rendir cuentas algún día, porque también se le dió de Mi parte el don del intelecto, que verdaderamente también debe usar para inquirir en esta dirección.... Según la Ley del Orden Eterno deben cumplirse ciertas condiciones que permitan la actuación de Mi espíritu en el ser humano. Sin embargo, estas condiciones no son irrealizables, sino que requieren la voluntad del ser humano.... y la voluntad es libre.... Esta es toda la explicación de tanta ceguera espiritual, donde la luz podría brillar por todas partes con un resplandor radiante. (7/31/1958) Pero lo que hace que ustedes, los humanos, rechacen la luz es su propia debilidad de voluntad o su arrogancia espiritual..... Ustedes se creen muy elevados, por encima de los conocimientos adquiridos espiritualmente, sobrevaloran su intelecto aunque ni siquiera lo utilicen para examinar áreas que están fuera de lo terrenal. El hecho de que el ser humano nunca pueda explorar estos ámbitos en virtud de su mero intelecto no debe impedirle pensar en ellos, porque entonces, en función de su deseo de una correcta aclaración, ésta también le puede ser dada mentalmente, sin embargo, la misma no puede tocarle sin reflexionar.... Y para esto se le dan estímulos suficientes,.... ya sea a través de conversaciones, de lectura o de fenómenos que aún le resultan inexplicables, relativos a él mismo o a la vida de sus semejantes.

Sin embargo, existe una cierta inercia de pensamiento, especialmente en las personas que se han dedicado al mundo..... A éstas le son molestos e inconvenientes precisamente aquellos pensamientos que se refieren a la vida interior o al mundo espiritual todavía oculto para ellas , haciendo así imposible para la chispa espiritual en ellas toda expresión, e igualmente haciendo imposible que se aleje de ellas la ceguera espiritual.... Pero la vida como ser humano también es vivida en vano por estas personas, pues el alma no ha ganado nada con su camino terrenal, al contrario, ha añadido otro gran pecado a su estado ya pecaminoso.... el mal uso del libre albedrío, no habiendo hecho uso de todas las habilidades, bendiciones, y misericordias que como ser humano estaban disponibles para ella. Y este pecado también puede ganarle un nuevo destierro en la forma sólida si no alcanza todavía un poco de luz en el más allá a través de la ayuda de los seres de luz o de la intercesión de la gente, tomando aún el camino de la ascensión, después de todo.... pero ciertamente no era difícil encender la chispa espiritual en sí mismo durante la vida terrenal, ya que todavía es posible hasta el final de la vida, porque todo se hace de Mi parte para llevar la luz a la gente.... aunque no sean capaces de reconocerla como luz; pero una buena voluntad puede ser ya la causa de que se sienta tocado por un rayo de luz, y entonces también seguirá la luz y verdaderamente no será guiado en error.

Porque Mi preocupación constante es llevar la luz a todas las personas en la tierra y también a las almas en el más allá, quiero volver a ganar para Mí las almas a las que Mi adversario una vez les quitó la luz y por lo tanto también son mantenidos, como su porción, en constante oscuridad espiritual..... Y así seguirá siendo siempre una batalla entre la luz y las tinieblas que nunca cesará hasta que todo vuelva a brillar en la luz más brillante del conocimiento y entendimiento, hasta que también pueda llamar Mío a lo que una vez se alejó de Mí, que ahora vivirá y trabajará en luz y dicha, en fuerza y libertad de nuevo, como era su propósito original.

Amén

Traducido por J. Gründinger