1749 La necesidad del alma requiere sufrimiento.... “Padre, hágase tu voluntad”

25 de diciembre de 1940: Libro 27

La confianza ilimitada en la guía divina os facilita la vida en la Tierra, porque aceptáis todo con una cierta ecuanimidad, siempre y cuando recordáis que fue determinado de esta manera y no de otra por Dios por gran cuidado de vuestra alma. Todo lo que la vida os impone es necesario para la maduración de esta alma, y cuanto más necesario os sea, más os pesará.

Así que primero tratad de formaros según la voluntad divina, y el sufrimiento será cada vez menor y finalmente será completamente eliminado de vosotros. Practicad el amor, la gentileza y la paciencia, practicad la misericordia, la tranquilidad y pedid siempre a Dios fortaleza, y todo lo superaréis con facilidad, seréis de bendición para los que os rodean porque ellos se esforzarán para seguiros.... Y vuestra vida en la Tierra será más fácil, porque habéis salido victoriosos de la lucha contra el mal y a través de vuestras peticiones por fortaleza os habéis acercado a Dios.

Si queréis llegar a Dios, debéis entregaros a Él sin restricciones, debéis orar siempre “Padre, hágase tu voluntad”. Con ello demostráis vuestra confianza en Su guía, sacrificáis vuestra voluntad a Él, humildemente os sometáis a Su voluntad y Lo reconocéis como vuestro Padre y entonces os habéis convertido así como es al agrado de Dios.... paciente, gentil, humilde, pacífico y estáis practicando el amor, si también os inclináis hacia vuestro semejante en misericordia y tratáis determinarlo al mismo estilo de vida. Y vuestro ser se refina y se vuelve ligero y brillante alrededor de vuestra alma, porque se vuelve cada vez más capaz de absorber la luz divina y por tanto difundirla. Por eso, por eso no os quejéis cuando os llegue el sufrimiento, soportad todo con paciencia y sabed que todavía necesitáis el sufrimiento, que vuestra alma todavía está necesitada y que Dios quiere apoyarla en Su amor y quiere liberarla del caparazón que aún la oprime....

El alma todavía lucha por su libertad, porque todavía está atado por un poder que no quiere liberarla. La propia voluntad aún está demasiado débil para fortalecer su voluntad tiene que pedirle a Dios la fuerza para hacerlo. Si no lo hace por sí misma, entonces Dios debe tratar de determinarla a través del sufrimiento para que dirija a Él en busca de ayuda.... Y a menudo pasa un tiempo indescriptiblemente largo antes de que el alma emprenda el camino hacia Dios, y tiene que torturarse a sí misma durante el mismo tiempo y soportar un estado que la oprime.

Y sería tan fácil liberarse de él, pero a menudo cede a las insistencias del adversario y se rebela contra su destino, se refunfuña y se queja y por eso no puede liberarse del sufrimiento.... Y ese es vuestro error, no reconocéis el amor de Dios y Le agradecéis que os quiera llevar a las alturas.... Si creéis en Su amor, también os será fácil confiaros a Él, y será cada día, por muy doloroso que sea, puede ser una bendición para vuestra alma y propicio para un mayor un mayor desarrollo espiritual....

amén

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