Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/1741

1741 Tormentos del alma en el más allá.... Deseo de bienes terrenales....

17 de diciembre de 1940: Libro 27

La situación desesperada en la que se encuentra un ser humano que sólo desea el mundo y sus bienes sólo se vuelve bastante comprensible después de su muerte. Porque lo que ahora desea es inalcanzable para él y, sin embargo, el deseo le atormenta de manera inimaginable. La codicia por ello es mucho mayor que en la Tierra, precisamente porque sigue sin cumplirse. No desea los bienes espirituales, sólo se esfuerza por adquirir lo que le parece deseable en la vida terrena y recuerda todas esas cosas.

Estos pensamientos de deseo ahora también se cumplen, es decir, todo lo que desea está ahí, pero ya no es tangible, sino sólo en su imaginación, de modo que su codicia se eleva al nivel más alto y, sin embargo, sin cumplirse. Estos son verdaderos tormentos de tántalo hasta que toma conciencia de su estado desesperado y supera su deseo, es decir, hasta que se da cuenta que está persiguiendo fantasmas que permanecen eternamente inalcanzables. Sólo entonces comienza a reflexionar acerca de la desesperanza de su estado y a considerar las posibilidades de un cambio, y ahora también encuentra apoyo por parte de los seres del reino de la luz, quienes primero necesitan este estado para poder intervenir ayudando.

Pero la situación desesperada de un alma puede durar tiempos infinitos hasta que finalmente llega a reconocerla. Y mientras esté cerca de la Tierra, no puede separarse de su entorno familiar y, por lo tanto, a menudo transfiere sus propios deseos a seres humanos de voluntad débil y del mismo carácter. Intenta estimularlos para que hagan lo que ella considera lo único deseable.

Y por tanto no se puede enfatizar lo suficiente la oración por tales almas, ya que las ayuda en su dolorosa situación, debilitando el deseo por los bienes terrenales y al mismo tiempo el alma siente la fuerza de tal oración y comienza al volverse reflexiva y así puede dar el primer paso hacia el reino espiritual. La oración por los difuntos siempre debe dirigirse hacia su voluntad aún débil y con ello se le debe dar la fuerza para fortalecer esta voluntad de modo que anhele las alturas....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise