Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/0965

0965 Demonios..... Tentaciones..... Amor a la materia.....

15 de junio de 1939: Libro 18

Los demonios acechan cada momento débil y se apoderan del alma de voluntad débil para hacerla caer. La lucha del hombre es en vano hasta que se recomienda al Padre celestial, y bienaventurado el que huye a Él en tal angustia, porque realmente necesita ayuda divina. El poder hostil tiene un poder increíble sobre un corazón humano débil y a menudo hace uso de medios que requieren una resistencia violenta, que el ser humano en su debilidad no puede reunir solo. Pero el amor divino siempre está listo para el niño terrenal, si solo se piensa en El.....

El alma trata continuamente conquistarse a sí misma, pero las posesiones terrenales atraen seductoramente, y el adversario trata de tentar al niño terrenal de todas las maneras imaginables, y todo deseo por ella debe ser despojado y en cambio, solo se esforzará por la posesión espiritual y, sin embargo, el hombre siempre cae en manos del enemigo una y otra vez, si todavía tiene el más mínimo amor por la posesión, porque entonces el poder de aquel es mayor, cuanto más el hombre se deja volver esclavo de sus bienes terrenales. Y una vez que haya reconocido la debilidad que hace caer a una persona, no cejará en tentaciones de este tipo.

Y de nuevo queremos llamarte: Velad y orad para que no caigáis en la tentación..... Porque el enemigo intenta con astucia provocar la apostasía de Dios, y para eso siempre se aprovecha de los momentos más débiles en la vida humana y entonces tiene la influencia más fuerte sobre el alma, la que en sí misma probablemente reconoce la tentación como tal y, sin embargo, una cierta timidez la impulsa a cumplir con los deseos del poder hostil, y así nuevamente se aferra a la materia en lugar de declararle la guerra.

Y así, la menor causa puede llevar a la regresión espiritual, y un corazón puro puede ser manchado, si no se usa la ayuda de Dios, pero por otro lado, toda tentación será confrontada con éxito de un niño terrenal que desee la ayuda de Dios y que se encuentra en la luz y la gracia, porque pronto le será concedida su petición por redención del poder del adversario, y la materia le parece cada vez más distante y la inclinación por la materia desaparecerá por completo.....

Amén

Traducido por Hans-Dieter Heise